Juan Carlos I se casó con Sofía por obligación y no por amor, es algo que suele suceder en prácticamente todas las monarquías, y mucho más en aquellos años. Él estaba enamorado de Olghina, ella de Harlad de Noruega. La hija de la reina Federica no fue correspondida, así que no le quedó más remedio que aceptar al hijo de Juan de Borbón como prometido. Por otro lado, el emérito estaba locamente enamorado de Olghina y ella también de él, pero Juan le obligó a cesar esa relación de inmediato. Tal vez por este motivo el padre de Felipe VI ha desencadenado esa fama de mujeriego y se ha acostado con tantas mujeres.
Sofía y Juan Carlos nunca se han amado. Han convivido juntos en el mismo palacio, pero en alas totalmente diferentes. Solo mantuvieron relaciones íntimas hasta dar a luz a un varón, Felipe VI. A partir de ese momento dejaron de acostarse juntos. El emérito tenía otras formas de entretenerte y es que había humillado en multitud de ocasiones a la reina, a pesar de su absoluta discreción.
Corinna Larsen, Bárbara Rey o Marta Gayá, esta última más discreta, podrían ser los amores más conocidos del monarca. Y es que con estas mujeres Juan Carlos se enamoró o por lo menos se encaprichó. No las quería solo para una noche. Pilar Eyre desveló como le llamaba Marta en la intimidad, y como puede ser que lo siga haciendo, ya que la periodista cree que le hace alguna visita en los Emiratos Árabes.
Así llamaban algunas de sus amantes a Juan Carlos en la intimidad
La periodista desveló a Jorge Javier Vázquez en ‘Sálvame’ que Marta Gayá llamaba a Juan Carlos “Juancho” en la intimidad. Es un diminutivo cariñoso de Juan, lo utilizaba para referirse a él en los momentos más íntimos. Entre ellos había una relación muy cercana.
Al parecer, no era la única amiga especial, la periodista dice que "el Rey las simultáneo con otras señoras", señalaba Pilar. Otros periodistas como Jiménez Losantos también confiesan que en aquella época el rey “se hacía todo lo que se movía”. “Marta ha sido lo más parecido a una esposa, con ella se veía en París”.
Eyre, que define a Gayá como una "mujer normal", también ha explicado que entre la clase alta de Palma "todo el mundo sabía de la relación, y que se habría acabado por los presuntos "celos" de Corinna, en ese momento también supuesta amante de Juan Carlos I".