La relación entre Felipe VI y Letizia siempre ha estado bajo el escrutinio público, pero en los últimos años las tensiones entre la pareja real han alcanzado nuevos niveles. Desde 2013, cuando surgieron los primeros rumores sobre un posible divorcio, la estabilidad del matrimonio ha sido una cuestión que ha preocupado tanto a la Casa Real como a los medios. En aquel momento, la crisis se atribuyó al escándalo del caso Nóos y a los esfuerzos de Letizia por apartar a la infanta Cristina y a Iñaki Urdangarin del núcleo de la familia real. Sin embargo, nuevas versiones apuntan a que la verdadera causa de las tensiones surgió de un tema mucho más personal.
Las revelaciones de Jaime del Burgo, quien habló abiertamente sobre una supuesta infidelidad de Letizia, habrían sido el verdadero detonante de la crisis en el matrimonio real. Felipe habría descubierto entonces las presuntas traiciones de su esposa, lo que habría provocado una ruptura emocional entre ellos mucho antes de lo que se pensaba. Aunque el divorcio no se materializó en 2013, la relación entre los reyes parece haber quedado profundamente dañada.
La reina Letizia, en caída libre desde las revelaciones de Jaime del Burgo
Con las nuevas revelaciones de Del Burgo, que salieron a la luz en diciembre pasado, la monarquía española ha implementado ciertos cambios significativos. La figura de Letizia ha sido relegada a un segundo plano, mientras que la imagen de Felipe VI y la de su hija, la princesa Leonor, han sido exaltadas. Además, se ha fomentado una reconciliación entre el rey y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, lo que ha marcado un distanciamiento aún mayor entre Felipe y su esposa.
La periodista Pilar Eyre ha señalado que la soledad de Letizia es evidente, ya que no cuenta con un apoyo sólido dentro ni fuera de la familia real. La falta de complicidad entre Felipe y Letizia es ahora tan notoria que ni siquiera intentan ocultarlo en público. Las muestras de afecto entre ambos han desaparecido por completo, lo que lleva a pensar que su matrimonio podría estar irremediablemente roto.
Juan Carlos I propone a Felipe VI y Letizia que sigan sus pasos en el matrimonio
Frente a esta situación, Zarzuela ha planteado una estrategia propuesta por el rey emérito Juan Carlos I que permitiría preservar la estabilidad de la Corona sin necesidad de un divorcio. La propuesta consiste en que Felipe y Letizia sigan el ejemplo de Juan Carlos I y Sofía, quienes, a pesar de haber cesado su convivencia hace años, continúan apareciendo juntos en eventos públicos e institucionales. Esta fórmula permitiría que la pareja mantuviera una apariencia de unidad mientras cumplen con sus deberes como reyes, pero sin necesidad de convivir como pareja.
La insistencia de Juan Carlos I en esta fórmula es clave, ya que fue una solución que le permitió a él mantener su posición y preservar la imagen de la monarquía durante años. Se cuenta que, en privado, Felipe y Letizia llevan tiempo sin compartir comidas ni dormir juntos. De hecho, Felipe pasa muchas noches en los aposentos de su madre, alejándose del Pabellón del Príncipe, que había sido el hogar de la pareja durante años.