Nuevos problemas para Felipe VI. Con una agenda muy apretada desde que Letizia ha asumido el rol de reina consorte gracias a la campaña de desprestigio que se inició hace unos meses contra ella, el monarca está preocupado por la salud de sus padres. Hace unas semanas la reina Sofía ingresó en la clínica Ruber de Madrid por una infección en el tracto urinario. Permaneció cuatro días en observación por precaución porque es una mujer de edad avanzada, pero evoluciona favorablemente. De hecho, para zanjar rumores, la emérita viajaba a Polonia como marcaba su agenda institucional. Sin embargo, su salud es delicada debido a varias complicaciones. Su hijo le ha pedido en varias ocasiones en este último año que se retire, pero no ha querido. Su intención es morir con las botas puestas. En las últimas apariciones se la ha visto más delicada, con algún despide, casi sin poder articular palabra y con menor movilidad.
Pero no es la única. Juan Carlos es un año mayor y también empieza a presentar problemas, aunque su salud ya estaba mermada desde hace décadas. Concretamente desde que se cayó en la caza ilegal en Bostwana, su primer problema, y se rompió la cadera, nunca soldó igual.
En los últimos años Juan Carlos ha presentado una falta de movilidad. Siempre va acompañado de su bastón y su inseparable mano derecha. No obstante, como indican los médicos debería ir en silla de ruedas. Sin embargo, el prefiere tomar muchos antiinflamatorios para disminuir ese dolor y poder forzar un poco más, especialmente cuando hay cámaras delante. No quiere que se le vea como un viejo acabado.
Juan Carlos recibe el peori diagnóstico
La semana pasada estuvo en Sanxenxo pero tuvo que retrasar su viaje y quedarse más tiempo por un resfriado, o eso es lo que ha llegado a Casa Real y podría ser algo mayor. Felipe VI está muy preocupado por la verdad. Los médicos han sido claves, y en Juan Carlos además de la falta de movilidad, se suma un problema aún mayor, la demencia senil. No se le ha diagnosticado Alzheimer, pero empieza a olvidar muchas cosas, especialmente de lo que sucede hace poco tiempo.
Ahora mismo se encuentra en Ginebra, donde pasa más tiempo del habitual. Se está tratando con los mejores médicos e investigadores para solucionar este problema, que por ahora no tiene cura, como el sucede a Irene de Grecia. Las infanta Elena y Cristina están acompañándole en todo momento. Cuando esté más recuperado volverá a marcharse a Abu Dabi, aunque su diagnóstico no es bueno, y Felipe debe empezar a valorar la posibilidad de traerlo de vuelta a España de alguna manera.