Juan Carlos I ya no solo regresa a casa por Navidad. El emérito visita España en numerosas ocasiones, el año pasado un total de ocho veces, reconocidas. Felipe VI no habla todavía de que su padre se instale para siempre en su país, al marido de la reina Sofía tampoco le interesa porque volvería a ponerse sobre la sombra de la Hacienda Pública. En 2020, tras un nuevo juicio contra Corinna Larsen, los reyes decidieron exiliarle para apartarle del foco mediático. Allí lleva viviendo cuatro años, y aunque el primer año no apareció por España, en el segundo ya se dejaba ver pero siempre pidiendo permiso a su hijo. Fue el año pasado cuando empezó a moverse a sus anchas. Ya no tenía ninguna causa pendiente. Juan Carlos ha conseguido que sus idas y venidas se traten con total normalidad.

El emérito empieza a pasar más tiempo en Ginebra que en los Emiratos Árabes. Había rumores de un cambio de domicilio, pero por ahora no se espera algo así. En Suiza vive su hija Cristina, así que estaría acompañado y también alejado de la Hacienda Pública, pero con una gran diferencia, a tan solo un par de horas en avión de Madrid.

Juan Carlos mirada al cielo

Juan Carlos puede moverse con total libertad por España 

Se habló internamente de que la idea oficial es trasladar a Juan Carlos a Sanxenxo en sus últimos años de vida. Madrid está vetado para él y especialmente Zarzuela, nunca más podrá vivir en palacio. Se buscaba una casa cerca de la de su amigo Pedro Campos, que tuviese la intimidad y privacidad necesaria. Totalmente apartada.

Jaime Peñafiel cree que Felipe debería traer a Juan Carlos a España, si se muere fuera de su país sería una deshonra para él y para la corona, por muchas cosas malas que haya hecho el emérito. La salud del exmonarca es más delicada y sus hijos ya se han reunido en un cónclave familiar para decidir que hacer con él. Lógicamente todos están en contra de Felipe y Letizia.

Juan Carlos I

Cuando justo se cumplen diez años de su abdicación, Juan Carlos volverá este mes de junio a Sanxenxo, localidad gallega que visita en numerosas ocasiones para participar en las regatas y donde curiosamente a partir de mediados de agosto tendrá muy cerca a Leonor. La princesa estudiará el segundo año de la formación militar en Pontevedra. A solo 30 kilómetros de distancia.

Juan Carlos está cada vez más cerca de su familia y de su casa. Se le deja moverse con total libertad y la idea es que en un futuro próximo vuelva a vivir en su país o muy cerca, como en Ginebra o Portugal.