En los Borbón no ha funcionado ni un solo matrimonio. Públicamente, el primero en hacerse añicos fue el de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. En 2009 anunciaron el cese de la convivencia. Hace dos años fue Iñaki Urdangarin quien acabó con su consolidado matrimonio con la infanta Cristina. Sin embargo, aunque nunca lo hicieron público, el matrimonio entre Juan Carlos y Sofía también estaba roto. Los eméritos nunca se quisieron, les obligaron a casarse, y no les quedó más remedio que aguantarse. Sin embargo, el exmonarca tenía relaciones extramatrimoniales para ser feliz, mientras que solo mantenía relaciones íntimas con su mujer para dar a luz al futuro heredero al trono. Una vez nació Felipe decidieron hacer vidas separadas. Solo aparentaban normalidad ante las cámaras en los actos institucionales.
Parecía que el único matrimonio consolidado sería el de Felipe y Letizia. Los reyes cumplieron a finales de 2023, 20 años desde que anunciaron públicamente su compromiso, este año harán lo mismo con su boda. Sin embargo, desde el año 2013, cuando atravesaron una profunda crisis, el matrimonio estaría completamente roto. Han intentado arreglar las cosas, pero ha sido imposible. La reina intentó marcharse lejos, pero las niñas le ataron a la corona.
Según Jaime del Burgo, quien está dispuesto a echar por tierra la imagen de los reyes, Letizia fue infiel a Felipe con él durante varios años. Unas declaraciones que han dado la vuelta al mundo y explicarían el verdadero motivo por el que los monarcas habrían hecho frente a una profunda crisis y toda la familia Borbón se puso en contra de la madre de Leonor y Sofía.
Juan Carlos no se fiaba de Letizia, no quería que Felipe se casase con ella
Desde el primer momento Juan Carlos no se fió de Letizia. En más de una ocasión obligó a Felipe a dejarla. Su deber era casarse con una mujer de la realeza, como terminó haciendo él, pero el entonces príncipe no quería un matrimonio roto.
"No es la primera vez que la palabra divorcio se emplea refiriéndose a Letizia. Se habló en altas instancias de esa posibilidad antes de la abdicación”, detalla Jaime Peñafiel. Letizia estuvo a punto de abandonar a Felipe y a las niñas, harta de la corona. "Felipe y Letizia habían estipulado con la Casa un régimen estricto de días de vacaciones en Palma, ese lugar que la consorte odia tanto. Esta decisión saltó por los aires cuando el Rey Juan Carlos pidió a su hijo que se quedaran unos días más. Quería disfrutar de sus nietas. El entonces príncipe, incapaz de desobedecer a su padre, estuvo de acuerdo. Ella, por supuesto, no. Dijo que se habían comprometido a irse un día concreto y que ella, con él o sin él, se iba. Y se piró a Madrid".
A Letizia no le gusta recibir órdenes, ni tampoco era feliz con el trabajo de reina, así que se marchó en un avión de Palma a Madrid dejando a sus hijas con Felipe. "A consecuencia de aquel desplante, me contaron que la discusión entre el Rey y su hijo fue tensa y dramática hasta el extremo que, en un momento determinado, don Juan Carlos le gritó al príncipe: "¡Felipe, divórciate!”.
Pero Felipe consiguió que regresase porque no le quedaba más remedio, así se firmó en las capitulaciones matrimoniales.