Juan Carlos I ya no se esconde. La jueza ha archivado la demanda por acoso que figuraba contra él por parte de Corinna Larsen por falta de pruebas. El emérito ya es un hombre totalmente libre, por ello ya no llama a Felipe para comunicarle que aterrizará en España. Este 2023 ha reaparecido hasta en cuatro ocasiones, una más en París y otras dos en Reino Unido. Por lo menos visitas que consten. El marido de Sofía siempre ha deseado instalarse en su país, no le gustaría morir lejos de los suyos. Sin embargo, el régimen fiscal de los Emiratos Árabes beneficia su gran fortuna de dos mil millones de euros que recibirán el día de su muerte sus hijas, Elena y Cristina. Por ello debe pasar más de 183 días fuera de España.
En sus últimas apariciones Juan Carlos ha mostrado una salud de hierro, por lo menos aparentemente. Se le ha visto con un mejor aspecto de piel y mucho más delgado. El exmonarca se somete a tratamientos estéticos a menudo para cuidarse. Siempre cuenta con un fisioterapeuta y un entrenador personal para mejorar sus problemas de movilidad. Es un hombre nuevo, personas de su entorno aseguran que se encuentra en la flor de la vida a sus 85 años.
Los pequeños despistes de Juan Carlos que preocupan a Felipe, Elena y Cristina
Sin embargo, como cualquier persona de esas edad, Juan Carlos empieza a tener algún que otro achaque. Aunque no quiere aceptarlo su entorno más cercano está preocupado por sus despistes. El emérito no sufre la enfermedad del olvido, pero empieza a tener síntomas de demencia propios de la edad. Es otro de los motivos por los que Felipe VI quiere tenerle cerca en sus últimos años de vida, aunque Letizia se niegue.
Letizia se solidariza con los problemas de salud mental. Siempre preside el día de la salud mental y reitera la importancia de tratarla y que se considere como una enfermedad. Ahora se ha descubierto uno de los motivos y es que Irene de Grecia sufre Alzheimer desde hace unos años. A la princesa griega “se le están borrando los recuerdos”, confirma Lecturas. Por este motivo, la reina Sofía no la deja sola en ninguna ocasión.
Aún no se encuentra en un estado avanzado, pero evoluciona a pasos agigantados, ya no se acuerda de muchas cosas que le suceden ese mismo día y evitan dejarla sola porque podría provocar un desastre. Letizia la visita muy a menudo y ahora se sabe por qué siempre que aparecen en público la reina siempre agarra del brazo a la hermana de su suegra, un gesto que ha mostrado de nuevo su humanidad debajo de esa coraza tan fría. Ahora también estarían preocupados por Juan Carlos.