Juan Carlos ya no tiene agenda y ha quedado liberado de cualquier vínculo oficial con la Corona. Es libre para visitar plazas de toros, restaurantes, amigas entrañables y centros penitenciarios. Algunas de las amistades peligrosas del rey han acabado en la prisión, como Mario Conde o Jaume Matas. Ahora el emérito tiene decidido hacer una visita a uno de los presos que cumplen condena más famosos de España: su yerno. Según publica Pilar Eyre en Lecturas, la decisión está tomada: El rey don Juan Carlos quiere visitar a Iñaki Urdangarin en prisión.
El juicio por el caso Nóos hundió a Iñaki Urdangarin, que cumple una pena de 6 años de prisión por entre otros delitos tráfico de influencias: utilizó su condición de duque de Palma y marido de la infanta Cristina para conseguir contratos públicos de las administraciones Baleares. Unos seis millones de euros públicos por no hacer nada. El rey Juan Carlos nunca fue ni citado a declarar como testigo. Ni el valiente juez Castro ni las tres juezas de Palma encontraron pertinente que dijera lo que sabía. Urdangarin prefirió callar sobre si lo que hacía lo aprendió de su suegro: ser comisionista y desfraudador gracias a la condición de miembro de la Familia Real. Pilar Urbano advierte que Urdangarin "tirará de la manta" cuando sea libre. Y eso hace entrar en pánico a Juan Carlos, que según otra Pilar, Eyre, irá a visitar al yerno los próximos días. Para evitar que haga memoria.
Escribe Pilar Eyre: "Se lo ha pedido su hija Cristina como gesto de buena voluntad hacia su marido que, a lo largo de su proceso, ha actuado con gran discreción, procurando alejar a la Corona de sus avatares judiciales". Cristina le exige al padre que visite a Urdangarin para agradecerle su silencio. La relación yerno-suegro era muy buena, como de maestro-alumno: : "Con Iñaki el rey mantenía largas conversaciones, puro en ristre, cuando la casa de Elisenda de Pinós estaba en obras. Obras que don Juan Carlos ayudó a pagar de su propio bolsillo".
El famoso "palacete de Pedralbes" es una torre de lujo en la calle Elisenda de Pinós que ahora es propiedad de un jeque árabe. Juan Carlos ayudó a comprarlo y a reformarlo. el resto lo pagaron los 6 millones de euros públicos que la sentencia considera que Nóos se apropió indebidamente. Urdangarin se forró y la infanta los disfrutó, aunque como ella dijo decenas a veces "no lo sé, no me acuerdo". Ahora quiere que su padre visite la prisión de mujeres de Brieva donde duerme el preso más famoso de España: Iñaki Urdangarin. Una foto que vale mucho dinero: el rey emérito entrando en prisión. Pero es como la foto de Iñaki entre rejas: nadie la ha visto jamás. En Blau ya publicó: La red duda si nos han tomado el pelo: ¿está Urdangarin realmente en la cárcel?.