Juan Carlos y Sofía nunca quisieron a ninguna de las parejas de Felipe. Todas eran plebeyas, y ellos querían una aristócrata para el futuro rey de España. Por culpa del emérito, que pidió a los medios de comunicación que difundiesen información oscura de sus parejas, rompió con todas ellas. Isabel Sartorius o Eva Sannum fueron dos de las más conocidas. El padre de Leonor y Sofía sorprendió a sus padres con Letizia. Una plebeya, divorciada de su profesor de instituto, de padres separados, agnóstica confesa, y presentadora de informativos. Un auténtico escándalo. Obligaron a su hijo a separarse, pero este lanzó un ultimátum. Si no le dejaban casarse con Letizia dejaría la corona.
Sofía quería ver a su hijo emparentado con una aristócrata, la única que cumplió con esa premisa fue la infanta Elena, pero su matrimonio no funcionó. Como sucedió con sus padres, los entonces reyes tenían varias candidatas para su hijo.
Tatiana tenía interés en Felipe, pero él no
La candidata deseada por los reyes era Tatiana de Linchtentein. “Fuentes próximas a la Casa real afirmaron que a los Reyes, especialmente a la Reina, le complace la candidatura de la princesa Tatiana y así se lo han hecho llegar discretamente al Príncipe Felipe”. Tatiana estaba interesada en el futuro heredero al trono, pero él no. Era un hombre alto, de cuerpo atlético, muy atractivo, y príncipe.
Animaron a la princesa a pasar unos días con ellos en España. “Pero el heredero ni caso. Cansada del menosprecio de don Felipe, la princesa Tatiana abandonó toda esperanza y con cierto aire de despechada, declaró a la prensa francesa: ‘No es cierto que haya existido nada entre el Príncipe Felipe y yo, además… no me gusta’. A continuación abandonó Madrid y se trasladó a París para finalizar sus estudios”.
La única persona de la realeza que logró tener algo con el entonces príncipe, pero no llegó a nada, fue la princesa alemana, Carolina de Waldburg, sin embargo, no era la mejor opción para Felipe.