Es evidente que entre Juan Carlos y Letizia no existe la más mínima relación. Nunca se llevaron bien. Felipe VI se enamoró de la madre de sus hijas cuando ésta era una cara visible de TVE a principios de los 2.000. Hizo todo lo posible por fingir un encuentro casual. Pedro Erquicia organizó una cena en su ático de Madrid a la que acudieron ambos. La relación podía tener demasiados obstáculos, pero el entonces príncipe estaba convencido de que esa mujer sería la madre de sus hijos. Sabía que no gustaría a sus padres, pero le daba igual, solo quería que le entendiesen, no estaba dispuesto a vivir en un matrimonio roto como el de ellos. Los entonces reyes le presentaban aristócratas de otras monarquías, pero él solo se fijaba en plebeyas. Letizia era otra plebeya, y el emérito pensó que sería una relación pasajera y se cansaría, pero no fue así. Poco tardó en darse cuenta que estaba enamorado de la periodista. Le recordó a su relación con Olghina de Robilant, pero como padre y como rey no le quedó más remedio que romper esa relación. Sin embargo, su hijo se plantó en esta ocasión. Les amenazó con abandonar el trono si no se casaba con ella.
Juan Carlos aceptó a Letizia para no generar un escándalo. Sin embargo, le dejó claro desde el primer momento que no le gustaba y la iba a vigilar muy de cerca. El emérito investigó a la joven y recabó toda la información sobre su pasado, así podría utilizarla en su contra. El marido de la reina Sofía le hizo la vida imposible. Letizia estuvo a punto de renunciar a la corona una vez casada con Felipe. Sin embargo, cuando se filtraron las fotografías de Juan Carlos con su amante cazando elefantes en Bostwana vio su golpe de suerte. Empezó a urdir su venganza.
Letizia consiguió que abdicase, también le retiró sus funciones y unos años más tarde le exilió, prohibiéndole poner un pie en Zarzuela. Un destierro que fue una deshonra para su imagen. La reina ha evitado coincidir con él y que venga a España. Sin embargo, ahora que no pesa ningún cargo sobre él no le puede retener. Este año ha viajado a su país en siete ocasiones. La última este miércoles 20 de diciembre para acudir al cumpleaños de la infanta Elena.
Letizia no quiere coincidir con Juan Carlos, ni una sola palabra en tres horas
Para sorpresa de todos, Letizia y Felipe aceptaron la invitación y estuvieron presentes en el almuerzo que tuvo lugar en un conocido restaurante de la capital madrileña. La reina coincidió con el emérito, pero evitó cruzar cualquier palabra. Ni tan siquiera le saludó ni se despidió. Tenía que evitar a toda costa que se filtrase alguna fotografía de ambos juntos. Por este motivo tampoco dejó que Leonor y Sofía asistiesen a la reunión familiar, aunque estaban invitadas.
Según un camarero del local, Letizia se sentó muy lejos de Juan Carlos. Ni tan siquiera se miraron. La tensión se respiraba en la mesa a pesar del buen ambiente que simularon a las puertas del restaurante. Ni tan siquiera coincidieron en el lavabo. Ella se esperó a que él volviese para no encontrárselo en el camino. Contra más lejos mejor.