Juan Carlos I y Letizia volvieron a verse las caras tras el almuerzo privado que se celebró en Zarzuela en mayo de 2022. La reina tuvo que ceder y dar un paso al frente en el cumpleaños de Leonor. La princesa cumplía la mayoría de edad y juraba la Constitución. Una fecha clave que reunía a los Borbón al completo y a los Ortiz Rocasolano. La mujer de Felipe ha evitado durante tres años que su hija mayor y su abuelo paterno coincidan de forma pública, incluso de forma privada porque la hermana de Sofía no estuvo presente en el almuerzo privado que se celebró en Zarzuela el año pasado. Pero la monarca se cubrió en salud, ella no deja nada al azar y prohibió el uso de teléfonos móviles y que Casa Real hiciese fotografías del evento. Ni una sola imagen de ese día. Le ha conseguido mucho alejarse del apellido Borbón y garantizar el futuro de la monarquía española y el reinado de su hija, no piensa tirarlo todo por la borda.
Juan Carlos siempre ha contado a su círculo íntimo que Letizia es la culpable de todos sus males. No la soporta. Desde el primer momento quiso librarse de ella, y le hubiese costado muy poco, pero Felipe se interpuso y amenazó con abandonar la corona antes de casarse. La reina ha recibido muchos desplantes por parte del exmonarca, y una vez que explotó el caso Nóos se vengó de él. Obligó a Felipe a abdicar a su padre, y hace tres años a exiliarlo. Consiguió quitarse de en medio a su enemigo, aunque de vez en cuando aparece por España para ponerla de los nervios.
Es la cuarta vez que Juan Carlos I visita España en este año. La última por el cumpleaños de Leonor, aunque estuvo a punto de no aparecer porque estaba muy enfadado con su hijo y su nuera. Los reyes le prohibieron estar presente en la jura de la Constitución de Leonor, no quieren que entorpezca su futuro reinado. Era un día que él tenía apuntado en su calendario y esperaba con mucha ilusión. Juan de Borbón, su padre, acudió al mismo acto de Felipe VI.
Tensión entre Juan Carlos y Letizia, abandonó la cena antes de tiempo muy cansado
Juan Carlos solo pudo acudir a la cena de gala que se celebró por la noche en El Pardo. Allí vio a sus nietos y a sus hijos, así como a otros familiares, y también a Letizia. La tensión se podía cortar con un cuchillo, ni tan siquiera se saludaron. Pero nada más verse se miraron de forma desafiante. No se sentaron juntos. La reina estuvo al lado de Felipe y de sus dos hijas.
El emérito se atrevió a echarle la culpa de su distanciamiento con la familia. Letizia no tardó en recordarle que estaba en la celebración de su hija mayor por ella y por Felipe, si por la reina fuese le hubiese echado fuera. Para ella lo mejor es que se hubiese quedado en Abu Dabi.
Según personas que conocen de buena tinta lo que sucedió entre esas cuatro paredes, Juan Carlos no estuvo a gusto en esa fiesta, tampoco Letizia. Ambos huyeron rápido de la celebración. El emérito fue uno de los primeros en marcharse, ya que no tenía sitio para quedarse a dormir. La reina también le prohibió dormir en Zarzuela.