Pilar Eyre ha confesado haber recibido presiones de amantes del rey que tenían miedo de aparecer en el libro Yo, el rey. El best seller de la escritora catalana da nombres, los hay y muchos, y qué hacían. Bárbara Rey, Anne Igartiburu, Tita Thyssen... conocidas por la opinión pública. Pero Eyre revela situaciones concretas vividas que le cuentan el entorno del rey o de las amantes. Una en concreto, a quien el emérito llama "my girlfiend" es la mallorquina Marta Gayà:
Uno de los capítulos más tórridos es cuando los dos amantes en la cama deciden el tratamiento que tiene que recibir al jefe del Estado en horizontal. Cuandoel rey practica sexo, qué es: majestad, alteza, señor.... Capítulo 21 del libro: "Marta no le exigía nada, ni siquiera fidelidad. La relación no le favorecía. De ser una señora bien relacionada, hija de una familia bien de la isla, separada y alternando con la sociedad mallorquina, pasaba al status de querida del rey. Su padre dejó de dirigirle la palabra y amigos le hacían el vacío porque no iban a disgustar a la reina por cuatro días que duraría la cosa". Duró décadas. Todavía dura.
La escena tórrida fue así:
-Juan Carlos: Sabes Martita, que te estoy queriendo mucho
-Marta Gayà: Señor...
-JC: Marta, creo que podrías dejarte de tratamientos, mira, te voy a contar una cosa y no te ofendas. Cuando me llamas señor me cortas el rollo
-MG: ¿Y cómo os llamo? - Iba a decir Juanito pero se calló. Juanito era para los padres, las hermanas, los amigos de infancia, para Sofía- No se me ocurre
-JC: No sé, di tú. Johny si quieres
-MG: Os llamaré Juancho (Recordó que de pequeña tenía un amigo llamado Juancho)
-JC: Te llamaré Juancho
-MG: Hola Juancho, -le acarició la cara- Sabes Juancho que me encanta cuando te ríes, cuando arrugas la nariz
-JC: A mí me encanta el sabor de tu piel - Atrapó su dedo con la boca- Estamos de puta madre
Eyre no hurga en la parte más repugnante de la historia: que Gayà ha cobrado 2 millones de euros de la fortuna opaca ilegal y defraudada a Hacienda del rey. Juan Carlos pagó por su relación íntima. Juancho, el del monedero ancho.