Es oficial, Juan Carlos ha empezado su tour de primavera. Ya se encuentra en Londres, los paparazzi locales lo han pillado saliendo de un club de la capital británica en un 4x4 bastante ostentoso. Que nadie se equivoque: el local del que hablamos es un club privado, no de lucecitas. Se trata del Oswald's, escondite discreto de la gente guapa, rica, poderosa y famosa que vive o pasa por la ciudad. Allí se pegó un festín de bienvenida en un ambiente ultraselecto, tan protegido como alejado de la realidad. Porque incluso en el Reino Unido lo tienen claro: Juan Carlos ya no es un rey, ahora es un personaje turbio y con una leyenda negra sobre sus hombros. Deshonrado. La ha perdido y el culpable ha sido él solito. Sin ayudas.

Daily Mail es uno de los diarios más leídos de UK, y el seguimiento que hacen de la realeza es minucioso. Con la coronación de Carlos III van de trabajo hasta arriba, pero han tenido el detalle de dedicarle no uno, sino dos artículos a la llegada del padre de Felipe VI. El primero, precisamente, para mostrar la imagen del residente en Abu Dabi saludando a cámara y desplazándose con muchas dificultades físicas ante el número 25 de Albemarle Street, en la exclusiva zona de Mayfair. Decían que se encontraba en un gran estado de salud, que quería hacer regatas en Sanxenxo. A primera vista, difícil: sigue sin poder moverse por sí mismo, es dependiente. Le acompañaban dos guardaespaldas que también le hacían de bastón humano, los mismos que lo introdujeron en el vehículo a las 11 de la noche para volver a su hotel. Pilar Eyre se hace eco.

Carlos III no olvida el flirteo del 'primo' con la difunta Diana 

Sabemos que Juan Carlos es lector habitual de la prensa y, especialmente, de todo aquello que se gida de él. Está tan pendiente que incluso filtra informaciones a los periodistas amiguis, ya sea Carlos Herrera, Susanna Griso o Fernando Ónega, como la última foto con Froilán y Elena. Pues bien, no estará demasiado contento leyendo los calificativos que le dedica este diario aprovechando su visita, supuestamente para mantener una comida con el rey Carlos. Una intención no confirmada por fuentes de Buckingham al tratarse de una acto privado, fuera de agenda, y que responde a la prohibición expresa de Felipe a que asistiera a la coronación el 6 de mayo. El Borbón y el Windsor son familia lejana, pero también tienen un pasado común polémico: el flirteo del español con Diana de Gales durante unas vacaciones conjuntas no gustó demasiado a 'el primo'. Ahora el primo es el otro, cómo cambian las cosas.

La prensa inglesa da la bienvenida a Juan Carlos / Daily Mail
Letizia y Carlos III / GTRES

La prensa inglesa y su bienvenida al emérito, lo ponen a parir

Lo masacran: "Exiliado de vida escandalosa, 2000 amantes, intentó cortejar a Diana". Así empieza un recordatorio bastante completo del visitante ilustre. Lo ponen a parir o, lo que es lo mismo, dicen unas cuantas verdades: "Vive separado de su esposa y familia, y se enfrenta a un proceso judicial multimillonario contra su amante", "conocido por sus fechorías", "disparó mortalmente a su hermano", "adúltero", "conducta financiera impropia". Franco, el golpe de Estado, Abu Dabi... De pé a pá. El tema faldero les interesa bastante, haciendo énfasis en la denuncia de Corinna por acoso, el escándalo de Bárbara Rey,la amante muerta extrañas circunstancias Sandra Mozarowsky... Se ponen las botas. Deshonrado, este es el resumen. O 'disgraced', que en inglés suena más potente. A vergüenza.

La prensa inglesa da la bienvenida a Juan Carlos / Daily Mail
Juan Carlos / Europa Press

Le han tomado la matrícula al Borbón. Welcome, Sir.