Ahora que vuelven a hacer Gran Hermano, les tengo que confesar que para servidor, el mejor momento de la historia del programa fue cuando el concursante que se llamaba Nicky se discutió con una compañera, Eloísa, preguntándole insistentemente "¿Dónde están los papeles de la paella"? como un loco, fuera de sí y con la tensión que iba cada vez a más. Este:
Ahora imagínense al rey Juan Carlos con el pelo de Nicky pidiendo a diestro y siniestro papeles a todo quisqui. No de la paella, sino que tengan que ver con él y su pasado. Pues eso es lo que está haciendo el emérito de un tiempo a esta parte: pedir papeles compulsivamente. Papeles de todo tipo, documentos, fotografías, billetes de viajes, estampas, postales, registros de vuelos, regatas, safaris y cacerías diversas... Lo que sea. ¿Y a qué responde esta locura recolectora? A que el monarca está desatado escribiendo sus memorias en la distancia, desde Abu Dhabi, por eso ha pedido a los suyos, a los familiares que todavía le hacen caso (como sus hijas, las infantas Elena y Cristina), a los amigos y a los palmeros habituales que le hagan llegar todo eso que él les pide, para escribir un libro que sería (que será) la bomba, si es que se atreve a explicar todo lo que tiene que explicar... cosa que dudamos.
Porque según ha publicado en exclusiva Vanitatis, el padre de Felipe ha tomado una decisión firme que dará mucho que hablar, empezar a escribir un relato íntimo de su vida, unas memorias: "Está enfrascado en el proceso de escritura y lo está disfrutando como un niño". Una decisión que tomó una vez le dieron la patada y lo enviaron lejos de Zarzuela. Explican que quiere dejar negro sobre blanco algunos momentos íntimos destacables y sobre todo... sus éxitos deportivos, que es de lo que Juan Carlos se siente más orgulloso, de las regatas de vela.
O sea, que lo que verdaderamente tendría jugo, que serían recuerdos y confesiones erótico-festivas sobre alguna de las centenares de amantes que ha tenido, no sabemos si tendrá suficientes narices para hablarlo abiertamente. También se espera que desembuche y hable a vuelapluma de su hijo Felipe y sobre todo, de su nuera Letizia, que ya tiembla. De momento, fuentes directas de su entorno dicen que "está disfrutando con las memorias, reviviendo recuerdos especiales para él, algo que le llena el tiempo de una felicidad tranquila". Unas memorias que en teoría, tenía que abordar su amigo íntimo Carlos Herrera, de la COPE, pero que finalmente parece que parará, probablemente porque el mismo emérito le ha dicho que lo haga, ya que quiere coger él mismo el toro por los cuernos.
Hace un tiempo, una de las amigas íntimas del Borbón, la periodista y politóloga francesa Laurence Debray, ya escribió una biografía sobre él, que se reeditó y actualizó hace poco, incluyendo un capítulo sobre su estancia en Abu Dhabi, Mi rey caído, pero el protagonista no quedó del todo satisfecho "porque era muy complaciente y se centraba demasiado en sus penas en Emiratos". Y él quiere mostrarse como alguien triunfador y exitoso. O sea que preparaos para unas memorias onanistas de traca. Y si, no tiempo al tiempo.