El asunto de los escoltas de los Borbones empieza a ser un escándalo que avergüenza a Felipe VI, que es quien dirige la Casa Real, y al ministro que lo tolera, Fernando Grande Marlaska. El Ministerio del Interior destina decenas, para no decir centenares, de agentes públicos, guardias civiles normalmente, a proteger a la Familia Real, cosa que es comprensible, pero también a proteger a familiares del rey, cosa que resulta inexplicable. A proteger, por ejemplo a Iñaki Urdangari. ¿Protegerlo de qué? ¿De que una anciana le recrimine en la cola del pan que es un corrupto? Urdangarin sigue manteniendo su escolta, parejas de agentes que van relevándose por turnos. E Iñaki ha exigido mantenerlos a pesar del divorcio. Los utiliza igual que la infanta Cristina, para hacer recados o impedir fotos de los paparazzis: "La señora no quiere fotos". Un escándalo de malversación de caudales públicos. Otra corrupción.
Es muy significativo que los escoltas de Felipe, Letizia, Leonor o Sofía nunca sean noticia. Cada vez que uno de los cuatro de la Familia Real salen de incógnito por la calle, en Madrid, Zaragoza o Gales, van rodeados de escoltas. Ni un escándalo. En cambio, los escoltas del resto están hasta la coronilla. Los de Froilán son famosos por quejarse continuamente de tener que hacerle de niñera o soportar sus salidas de discotecas y afters: "Se cree Dios". Y los de las infantas Cristina y Elena porque los utilizan como mayordomos. Y ahora son noticia otros escoltas injustificables: los que mantiene Juan Carlos en Abu Dhabi, Sanxenxo o por todas partes donde viaja. Siempre acompañado del fiel Mochi, el teniente coronel de la Guardia Civil Vicente García-Mochales, este hombre canoso que lo aguanta para que no caiga. En Sanxenxo este sábado les ha hecho volver a hacer el ridículo: todos los escoltas obligados a vestir igual, con la misma ropa, pantalón, camisa y chaqueta que el emérito. Los disfraza como al muñeco Ken de la Barbie:
Mochi es el bastón de Juan Carlos, un miembro más de la Familia Real. Sale en todas las fotos, cobra del erario público y por alguna extraña razón decide mimetizarse, él y todo su equipo de escoltas, con la misma ropa que el emérito, como si fueran hermanos gemelos de familia pija, que siempre visten igual. Ofrecen una imagen grotesca, el anciano con ropa del club náutico y los guardaespaldas con la misma ropa. Cuando van de regatas igual, cuando van a un funeral igual.
La foto del funeral de Constantino de Grecia, hermano pequeño de Sofía, es un poema: todos los que chupan de Casa Real sin ser Familia Real. Todos los Borbones que mantienen los guardaespaldas: Sofía, tía Pecu, Elena, Cristina, Juan, Pablo, Miguel, Irene, Froilán, Victoria Federica y Juan Carlos apoyado de Mochi, vestido como él. Como un Borbón más. Familia Real son 4, Felipe Letizia y las hijas. Familia del rey son estos once de la foto. Y falta el caradura de Urdangarin que también tiene escolta. No existe ETA, no reciben ninguna amenaza seria de nadie, pero los escoltas públicos les hacen recados. Un escándalo.