Letizia no ha podido pararle los pies a Juan Carlos I. El emérito regresa a España la próxima semana, aunque solo será una visita temporal. El padre de Felipe VI disfrutará un año más de las regatas de Sanxenxo, una de sus visitas más polémicas, y aprovechará para “arreglar papeles”. Se rumorea que el exmonarca podría vender algunas de sus propiedades para que las infantas Elena y Cristina tan solo reciban dinero como herencia.
La actual reina impidió que este viaje se produjese. Para ella Juan Carlos es el principal enemigo y desea quitárselo de encima. Ella obligó a Felipe a que su padre abdicase y años más tarde fuese exiliado a Abu Dabi. Sin embargo, regresar a España esta próxima semana le ha salido muy caro, y es que ha tenido que renunciar a su asistencia a la coronación de su íntimo amigo Carlos III, que se celebrará el próximo 6 de mayo en Londres. Los propios eméritos han declinado la invitación, pero detrás de este cambio de rumbo se esconde una persona.
Casa Real no quería que Juan Carlos apareciese por España, y menos en esta fechas. Su hijo le pidió que retrasase su viaje hasta el 28 de mayo para que su regreso no se politizara. Su viaje a Madrid para “arreglar papeles” quedará postergado hasta pasadas las elecciones. Pero a cambio ha pedido participar en las regatas de Sanxenxo. Así que en los próximos dos meses, el marido de Sofía aparecerá en España en dos ocasiones.
Juan Carlos I no cancela su visita a España
Felipe VI tenía claro que su padre no iba a perdonar unas regatas. Igual que el año pasado se encabezonó en viajar a Galicia. Esperaban que esas visitas se produjesen después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Algunos partidos han sido muy críticos con la nueva visita de Juan Carlos I, como ya sucedió el año pasado. Uno de ellos el actual Gobierno. Critican que este movimiento puede perjudicarles en plena precampaña electoral.
El rey mandó a la infanta Elena a Abu Dabi esta Semana Santa para hablar con Juan Carlos I. Aprovechando que Froilán se encuentra en los Emiratos Árabes, nadie se daría cuenta de ello. El objetivo de la visita era disuadir al emérito e intentar que retrase su idea de viajar a España.
La hermana de Felipe VI no lo ha conseguido. Después de la "información de primera mano" de la infanta Elena, "se ha empezado a preparar el terreno para evitar daños mayores".
El primer paso ha sido notificar mediante un comunicado la visita de Juan Carlos a España. Así se evitan especulaciones. Una vez ratificada esa decisión "consensuada", explican las fuentes consultadas, "ahora toca tratar de llegar a un acuerdo sobre la residencia y la seguridad”.
Casa Real intentará que no se produzca el mismo jolgorio que el año pasado. De hecho, añaden estas fuentes, "se están movilizando a agentes en la reserva en previsión de un dispositivo más amplio". Además, insisten, "se están estudiando otras posibles residencias, en las que viven otros amigos de Juan Carlos I” para un mayor blindaje.
Es probable que el exmonarca acepte más escoltas y éste cambio de residencia a cambio del viaje a Sanxenxo.