Desde el 2020, Juan Carlos I vive 'exiliado' en Abu Dabi, alejándose en buena medida del centro de atención pública en España. Tras los escándalos que marcaron su reinado, su salida del país fue vista como una decisión impuesta por su hijo, el rey Felipe VI, y la Casa Real. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que esta decisión ha permitido al monarca emérito disfrutar de ciertos beneficios, sobre todo económicos, ya que ha logrado mantener su fortuna lejos de la supervisión del fisco español.
En este sentido, se estima que el patrimonio de Juan Carlos I asciende a unos 1.800 millones de euros, según señaló el New York Tiimes. Aunque esta cifra ya podría haber aumentado con el tiempo. Y buena parte de ellos se encuentran ocultos fuera de España.
Juan Carlos I mueve hilos para asegurar que su herencia no pase por el fisco español
Además, el monarca ha establecido una fundación en los Emiratos Árabes junto a sus hijas, las infantas Elena y Cristina, como parte de una estrategia para centralizar toda su fortuna. Este movimiento tiene como objetivo asegurar que la herencia se transfiera de forma eficiente y sin complicaciones fiscales, algo que resulta imposible de hacer en España debido a las estrictas leyes fiscales. Así, aunque su exilio parecía un golpe a la imagen de la familia real, Juan Carlos I ha logrado gestionar su vasto patrimonio de una manera que garantiza su seguridad financiera.
Ocultar su dinero le ha impedido hacer ninguna donación por la DANA de Valencia
A pesar de estos logros financieros, la situación ha creado una paradoja que se ha hecho evidente en momentos críticos como la reciente catástrofe en la Comunidad Valenciana. Tras las lluvias torrenciales que provocaron una DANA mortal, muchas familias valencianas se vieron afectadas, y la sociedad española esperaba gestos de solidaridad de figuras prominentes como el rey emérito. Sin embargo, Juan Carlos I no ha realizado ninguna aportación económica significativa para ayudar a los damnificados por la tragedia.
No ha sido por falta de voluntad, sino porque cualquier movimiento financiero hacia España podría tener consecuencias fiscales y legales. Podría ser percibido como una acción arriesgada. Y ello ha llevado a sus asesores a desaconsejarle cualquier gesto de solidaridad en este sentido. Este enfoque preventivo está dirigido a proteger su patrimonio, evitando que los movimientos de su fortuna generen posibles investigaciones o preguntas incómodas sobre su gestión financiera.