Ya no pesa ningún cargo sobre Juan Carlos I, así que no tiene por qué dar explicaciones de sus movimientos. Este año ha aparecido en España hasta en cuatro ocasiones, casi todas sus visitas para participar en regatas. Se ha quedado en Sanxenxo, aunque también ha viajado a Vitoria para reunirse con Iñaki Urdangarin y negociar los puntos del divorcio con la infanta Cristina. De incógnito ha aparecido también por Cataluña para vender varios inmuebles. Entre sus otras visitas ha estado en París, Londres y Suiza.
Se espera que en los próximos meses Juan Carlos pise España de nuevo por lo menos una vez más. Su viaje correspondería con la jura de la Constitución de Leonor que tendrá lugar el próximo 31 de octubre, y a su posterior fiesta privada que reunirá a familiares y amigos íntimos. Sin embargo, el emérito está muy enfadado porque se le ha prohibido asistir al acto institucional. En el de Felipe VI acudió él, pero también su padre, Juan de Borbón. Pero en este caso Letizia no quiere que la imagen de su hija se enturbie con la de su abuelo paterno. Ha luchado para alejarse del apellido Borbón y lo ha conseguido con notable éxito. No quiere que exista ninguna fotografía pública de nieta y abuelo juntos. Además, también se le ha prohibido dormir en Zarzuela.
Grandes dudas sobre la asistencia de Juan Carlos en El Pardo
Juan Carlos I se siente totalmente decepcionado por esta humillación por ello todavía no tiene claro si asistirá a la celebración o se quedará en los Emiratos Árabes. Hay que recordar que asistió en junio a la graduación de Irene Urdangarin.
Según Alessandro Lequio, Juan Carlos I no asistirá a la celebración por los 18 años de Leonor. Sería la gran ausencia de la noche. "El rey Juan Carlos no va a estar en la celebración familiar, lo afirmo”. Asegura que esta información proviene de una buena fuente. "No quiere coincidir con determinadas personas", entonces el presentador Joaquín Prat le preguntaba "¿Quiénes?", y Lequio decía de manera rotunda: “Letizia".
Desde hace años Letizia se ha convertido en la gran enemiga de Juan Carlos I. Para el emérito es la culpable de todos sus males. La reina nunca fue querida por su suegro, le hizo la vida imposible e intentó romper la relación con Felipe, pero sin éxito.