La relación entre Juan Carlos y Letizia es nula. El emérito nunca quiso a ninguna de las parejas de su hijo. Por alguna extraña razón solo se enamoraba de plebeyas. Sus padres le presentaban aristócratas, pero no se interesaba por ninguna. Mantuvo una relación con Gigi Howard, Eva Sannum, Isabel Sartorius y Letizia. El entonces príncipe se enamoró perdidamente de la presentadora de informativos de TVE. Hizo todo lo posible para conocerla y enamorarla. El marido de la reina Sofía pensó que aquello sería una capricho pasajero, pero poco tardó en ver que su hijo estaba enamorado de verdad. De hecho, tenía pensado anunciar su compromiso. Es en ese momento cuando investigó a la asturiana siguiendo el mismo método que utilizaba para todas las parejas de Felipe. Descubrió demasiados episodios oscuros y obligó a su hijo a dejarla porque podía ensuciar la imagen de la corona española.

Felipe VI amenazó a sus padres con dejar el trono, así que a Juan Carlos no le quedó más remedio que aceptar ese matrimonio, pero hizo la vida imposible a Letizia. El emérito no soportaba que su hijo se hubiese casado con una persona a la que amaba y no por obligación como él. Juan de Borbón rompió la relación del emérito con Olghina de Robilant para casarle con la reina Sofía. Su pareja también era periodista y escritora.

Juan carlos cumple Europa Press

Jaime del Burgo destrozó a Letizia y Juan Carlos se aprovechó de la situación 

Juan Carlos I no soportaba a Letizia. A la entonces princesa le pudo la presión y sería en ese momento cuando recuperó el contacto con Jaime del Burgo. El conocido abogado rompió su silencio hace unas semanas en la red social X, antes conocida como Twitter, en ella reveló que mantuvo una relación con la reina más allá de su boda con Felipe, eso quiere decir que la reina habría sido infiel al rey, supuestamente. Se conocieron a principios de los 2.000 cuando ella empezaba a destacar como presentadora de informativos. En el año 2003 le pidió matrimonio pero ella le dejó porque estaba conociendo a Felipe. Dejaron de hablarse, aunque años más tarde recuperaron el contacto y empezaron a verse en secreto. En un apartamento alquilado en Madrid, en Barcelona y en los viajes internacionales.

El engaño a Felipe VI saltó por los aires en 2013, justo en el momento en el que el matrimonio atravesó su mayor crisis y estuvieron a punto del divorcio. Toda la familia era conocedora de este asunto, incluso Juan Carlos, quien espió a la reina y fue quién descubrió el pastel. Antes de todo mantuvo una conversación con su nuera. Le aseguró que no diría nada a su hijo si se marchaba para siempre de Zarzuela y abandonaba el trono. Le prometió que nunca le faltaría de nada, ni a ella ni a sus hijas, él se encargaría personalmente de todos los gastos.

Juan Carlos I