Juan Carlos cumplió 86 años el pasado 5 de enero y lo celebró con una gran fiesta en Abu Dabi, a la que asistieron más de 100 personas y no faltó de nada. El emérito sabe que es muy mayor y le quedan pocos años de vida, quiere aprovechar todos los momentos al máximo después de vivir sus años más complicados. Debido a sus fechorías, y a los problemas que le han rodeado siempre, los reyes decidieron apartarle del foco mediático, fue una deshonra para él pero no les dejó más opciones. En agosto de 2020, tras la Covid, se exilió en los Emiratos Árabes, donde tiene algunos amigos, todos ellos jeques. El primer año no se le vio en ningún momento, ni tan siquiera se le nombró. Después empezó a aparecer en las regatas de Sanxenxo siempre pidiendo permiso a su hijo. Pero en el último año, el marido de la reina Sofía ha viajado con total normalidad a cualquier parte del mundo. Se le ha podido ver varias veces en Londres, en París, algunas más en Ginebra, y hasta siete apariciones en España. Felipe está muy preocupado por la salud de su padre y está harto de tenerlo a miles de kilómetros sin poder disfrutar de él en sus últimos años de vida. Por este motivo, intentan que sus movimientos empiecen a verse normales y pueda finalmente quedarse en España, aunque no será en Madrid, ni mucho menos en Zarzuela, sino en Sanxenxo, donde reside su íntimo amigo Pedro Campos.

King Hamad bin Isa Al Khalifa of Bahrain Froilan Juan Carlos GTRES

Según las últimas informaciones, Juan Carlos habría abandonado Abu Dabi como su residencia habitual y se habría buscado una mansión en Ginebra, donde reside la infanta Cristina. Una forma de estar controlado por la familia y más cerca de todos ellos, y de España, así los viajes pueden ser más cómodos y sencillos para él. En vez de permanecer más de seis horas en un avión y cambiar de horarios, mantiene el mismo horario que en España, solo tarda dos horas. Puede ir y volver el mismo día. Además, Felipe le estaría buscando ya residencia en España, concretamente en Galicia.

Felipe está muy preocupado por la salud de Juan Carlos 

Si Juan Carlos muriese fuera de España sería una deshonra para Felipe y la corona. Su carrera como rey se iría a pique, y él es consciente de ello, por mucho que Letizia no lo entienda. El rey ya no obedece las órdenes de la madre de sus hijas y es que está muy preocupado por la salud de su padre, quiere tenerlo muy cerca. Los médicos le han facilitado sus últimos informes y además de sus problemas de movilidad, el marido de la reina Sofía empieza a presentar demencia senil.

Alguna vez que le han preguntado sobre episodios recientes o algunos de sus amigos no ha llegado a acordarse de ese momento, ni tampoco de los nombres de esas personas. Cambia nombres y olvida momentos. No es alarmante, pero su familia está muy preocupada. Son problemas derivados de su avanzada edad.

Juan Carlos Sainz EFE