En los últimos meses, el estado de salud de Juan Carlos I ha generado una creciente preocupación en su entorno. A sus 87 años, el que fuera rey de España durante casi cuatro décadas enfrenta un deterioro cognitivo que está afectando su día a día. Episodios de confusión y olvidos han comenzado a hacerse más frecuentes, hasta el punto de que en algunas ocasiones no ha reconocido a amigos cercanos.
A pesar de que el ex monarca sigue mostrando interés en mantenerse activo, su salud le está poniendo cada vez más límites. Se apoya constantemente en un bastón y, en entornos privados, se traslada en una silla de ruedas. Tanto es así, que su residencia en Abu Dabi ha sido adaptada con rampas y barandillas para facilitar su día a día.
El deterioro de Juan Carlos I también es cognitivo
Uno de los aspectos más comentados recientemente ha sido la dependencia de dispositivos médicos que ayudan a mantener su calidad de vida. Se sabe que el emérito utiliza audífonos para mejorar su audición y que ha sido sometido a revisiones en Ginebra para comprobar el estado de un posible marcapasos. No obstante, aunque estos dispositivos ayudan a sobrellevar algunos de sus problemas físicos, no pueden frenar el avance de su deterioro cognitivo.

Las señales de demencia senil son cada vez más evidentes. Durante encuentros privados, Juan Carlos I ha mostrado dificultades para recordar eventos recientes y ha confundido nombres de personas de su círculo más cercano. Este tipo de síntomas suelen ser irreversibles y, aunque pueden ralentizarse con determinados ejercicios mentales, no existe un tratamiento que logre detener la enfermedad.
Juan Carlos I tiene el teléfono pinchado
Este declive no ha pasado desapercibido en Zarzuela, donde existe una gran inquietud por la evolución de su estado. El temor no solo está relacionado con su salud, sino también con lo que pueda decir en sus momentos de desorientación.

Según algunas fuentes, las llamadas telefónicas del emérito están vigiladas para evitar que haga algún comentario que pueda poner en una situación comprometida a la familia real. Se teme que, debido a su deterioro, pueda revelar información delicada sin darse cuenta.