Juan Carlos y Sofía nunca se quisieron, eso no es ningún secreto. Ambos se vieron obligados a unirse en matrimonio, pero los dos estaban enamorados de otras personas. La emérita no fue correspondida y al emérito su padre le obligó a casarse con la hermana de Irene de Grecia. La boda se celebró el 13 de septiembre de 1961, la noche de antes el padre de Felipe VI estuvo con otra mujer.
Por todos también es sabido que Juan Carlos I ha sido infiel a Sofía en multitud de ocasiones.La emérita era conocedora de estos engaños, pero tenía que aguantarse, a pesar de quedar totalmente humillada por la traición. Tal vez uno de sus romances más conocidos es el que mantuvo con Corinna Larsen. Después de varios años en silencio, la empresaria ha roto su silencio en un famoso podcast. Allí revela que Juan Carlos le regaló un anillo de un valor incalculable. Esta pieza que le regaló a su ex amante casi le costó el matrimonio con Sofía por un pequeño descuido.
Olghina de Robilant fue el verdadero amor de Juan Carlos I
Juan Carlos se dirigía a Lausana, en Suiza, donde se iba a reencontrar con su futura esposa. La idea era pedirle la mano a Sofía. Pero la noche anterior perdió ese anillo en la cama donde estuvo con otra mujer, Olghina de Robilant.
Mientras iba a Suiza hizo una parada técnica en Roma para reencontrarse con Sofía. El deber le obligaba a casarse con la reina emérita, pero él estaba enamorado de Olghina. No obstante, en los cuatro años que duró su noviazgo se acostó con otras mujeres, pero no significaron nada para él. En aquel momento tan solo tenía 23 años.
Juan Carlos I se dio cuenta que entre las sábanas se había perdido el anillo que le iba a regalar a Sofía. Finalmente lo encuentra, pero pasaron momentos de mucha tensión.
Aquel anillo continúa en el poder de la reina Sofía, pero lo utiliza simplemente para lanzar mensajes. En 2020, un año marcado por la pandemia, Corinna Larsen estuvo dispuesta a hablar y la emérita se puso el anillo como muestra de apoyo a su todavía marido. Se lo quita y se lo pone, pero lo tiene guardado.
Si Juan Carlos I se hubiese casado con Olghina, España lloraría la muerte de la emérita. La periodista y escritora falleció a los 87 años de edad. El monarca se quedó con el recuerdo de los buenos momentos que pasaron juntos.