Los años no perdonan al rey emérito Juan Carlos I. Su salud está en declive y preocupa desde hace tiempo, tanto a su persona como a su entorno. Ante esta realidad, el monarca emérito ha expresado sus últimas voluntades. Una de ellas la lleva esperando desde hace siete años.

Juan Carlos desea un último encuentro público con todos sus nietos, incluyendo a la princesa Leonor y a la infanta Sofía, con quienes no ha compartido momentos públicos desde hace más de siete años. Desde su traslado a Abu Dabi, el emérito ha mantenido reuniones privadas con los hijos de las infantas Elena y Cristina, las cuales han sido capturadas en fotografías difundidas por los medios. No obstante, con Leonor y Sofía, los encuentros han sido escasos y extremadamente privados.

Juan Carlos y Leonor / EFE

Juan Carlos I quiere una foto pública con la princesa Leonor antes de morir

El único momento reciente en el que Leonor se reunió con su abuelo fue durante su 18 cumpleaños, en un acto privado que no generó imágenes públicas. La última foto de Juan Carlos junto a estas dos nietas data de hace siete años, algo que el emérito quiere cambiar antes de fallecer. Juan Carlos insiste en capturar una imagen pública con todos sus nietos, incluidas Leonor y Sofía. Una fotografía que no dejaría de ser un blanqueamiento de su imagen.

Familia real al completo

Sin embargo, desde Zarzuela, y especialmente por parte de la reina Letizia, esta solicitud ha sido rechazada de manera tajante. Letizia teme que una reunión pública de este tipo pueda perjudicar el futuro reinado de Leonor, ya que podría generar críticas y descontento entre el pueblo. Por ello, la petición de Juan Carlos, que lleva años en espera, sigue siendo una fuente de tensión en el seno de la familia real.

La otra última voluntad de Juan Carlos I

Pero esta no es la única petición que el exmonarca ha hecho a su hijo antes de morir. El exmonarca ha pedido regresar a España, su tierra natal, para pasar aquí sus últimos días. Además, quiere ser enterrado en el Panteón de los Reyes, en el Monasterio de El Escorial. Este lugar emblemático, donde descansan los monarcas más reconocidos de la historia de España, se ha convertido en una obsesión personal para el emérito. Sin embargo, la falta de espacio en el panteón representa un obstáculo importante: no hay espacio.

La insistencia del rey emérito no se detiene ante las dificultades logísticas. Juan Carlos I exige que se realicen costosas obras para ampliar el Panteón de los Reyes y así garantizar su lugar eterno en El Escorial. Estas modificaciones no serían financiadas ni por el propio Juan Carlos ni por su hijo Felipe, sino que el gasto recaería en Patrimonio Nacional, un hecho que pone en jaque a Felipe VI, pues podría generar controversia entre los ciudadanos.