Dios los cría y ellos se juntan. Esta frase le va como anillo al dedo a dos de los caraduras mayores de los Borbones, el emérito Juan Carlos y su nieto Froilán, dos royals a quien dieron la patada y que se marcharan bien lejos de Zarzuela, que no molesten. Los dos ya llevan tiempo en Abu Dhabi, ya se han acostumbrado a su día a día, el pequeño, yendo a la oficina a trabajar (o eso dice), y el abuelo, a no pegar un palo al agua. Abuelo y nieto, nieto y abuelo, llevan tiempo adaptándose a las costumbres de su entorno en el retiro dorado de los Emiratos Árabes, pero estos días se están adaptando a un periodo bien particular que tiene lugar una vez al año, el mes más sagrado de la cultura islámica, el Ramadán que siguen los musulmanes, y será así hasta a principios del mes de abril.

Froilán, Juan Carlos y el rey de Baréin / GTRES

Unos días donde el ayuno de sol a sol es obligado, desde que sale el sol hasta que se pone, y que todo el mundo cumple, con algunas excepciones. En los Emiratos Árabes, el día, este mes, empieza a las seis y media de la mañana y se acaba a las seis y media de la tarde, y se sigue de manera estricta. Juan Carlos y Froilán se han encontrado, y aunque ellos no son musulmanes, sí que es cierto que han adaptado su día a día al Ramadán, que a pesar de no seguirlo ni ponerlo en práctica, sí respetan. Y a la gente que los rodea en Abu Dhabi y que sí que lo sigue de manera estricta. Por eso, tal como explican en Vanitatis, estos días están respetando espacios de compañeros de trabajo y vecinos. Froilán, por ejemplo, acostumbra a comer de tupper con sus compañeros... menos ahora. El hijo de la infanta se lleva siempre una fiambrera con comida hecha en casa y allí se la calienta para comer, compartiéndola con los compañeros. Pero estos días ha decidido no llevar nada para no incomodar a los que no pueden ni beber agua.

Froilán, fumando

Explican que también ha rebajado sus salidas, cosa que le habrá costado más cumplir, ya que la actividad nocturna durante el Ramadán es menor: "Froilán no come delante de sus compañeros de oficina, e intenta beber y fumar de manera muy discreta para que no le vean", un mal hábito que sigue manteniendo a pesar de estar a kilómetros de distancia de Zarzuela. ¿Y dónde come?: "sigue comiendo, claro, cuando sale de la oficina. Lo que sucede, y puede haber llevado a confusión a algunos, es que intenta comer, cenar o desayunar con compañeros internacionales, no con los locales, que son quienes más siguen el ayuno". ¿Y mientras tanto, cómo lo lleva Juan Carlos? El emérito lo tiene más fácil, no trabaja ni tiene compañeros de trabajo. Pero el citado medio dice que ha tomado la firme decisión de, como mínimo, respetar la decisión de la mayoría de gente con la que trata. Por eso, "durante el mes de Ramadán no visita prácticamente nunca los restaurantes y los hoteles internacionales, que son los lugares que están de moda y donde se reúnen los expatriados".

Juan Carlos, brindando

Para no incomodar a sus conocidos musulmanes, que son unos cuantos, "prefiere salir mucho menos. Ha reducido su asistencia a las cenas y las comidas fuera de casa, y las reuniones tienen lugar en su hogar o en casa de algún amigo"... Eso sí, los dos están esperando como agua de mayo que llegue el fin del ayuno a finales de marzo. ¿Para hacer qué? Una de las cosas que más les gustan a los dos, salir de farra, "cuando se suceden las fiestas en un lugar y en otro para dar por terminado una de las tradiciones más sagradas dentro del islam".