Más allá de la portada y fotos interiores de la princesa Leonor en la revista Diez Minutos, donde se la veía en bikini al lado de su chico y compañeros del barco en una playa de Montevideo, la otra gran noticia, monárquicamente hablando, de la semana, ha sido, sin duda, la demanda interpuesta por el rey Juan Carlos contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. Golpe del emérito encima de la mesa, que a pesar de encontrarse a kilómetros de España, sigue queriendo ser protagonista. Y la manera que ha escogido para hacerlo es emprendiendo acciones legales contra Revilla por "vulnerar su derecho al honor". Según la abogada del monarca, Guadalupe Sánchez, el derecho al honor de Juan Carlos se vio vulnerado, consideran, con "expresiones calumniosas y injuriosas", por ejemplo, "la gran decepción de mi vida. Yo le tenía en un pedestal" (como dijo en el programa de Bertín Osborne Mi casa es la tuya), o que "alguien que hace una donación a una amiga de 60 y tantos millones de euros, es de suponer que su fortuna es incalculable". El monarca pide 50.000 euros que según dice, serían dados a Cáritas.

Miguel Ángel Revilla y Juan Carlos
Miguel Ángel Revilla y Juan Carlos

Revilla no entiende este ataque a la yugular de quien fue un buen amigo suyo en el pasado, ni tampoco que lo haya escogido como cabeza de turco para hacerle pagar todas las cosas que se dicen desde España sobre su figura. Juan Carlos, a pesar de estar a kilómetros de Zarzuela, continúa dando guerra... Que no quiere decir que, mientras tanto, no siga practicando el noble arte de il dolce far niente, que traducido vendría a ser que no le pega un palo al agua. El padre de Felipe sigue en su retiro dorado, viviendo la vida gracias a la fortuna que le hemos pagado (y le pagamos todos), y nada preocupado. El Borbón, ahora, ha vuelto a aparecer después del escándalo y la polémica con Revilla, y lo ha hecho en un contexto que ha gritado mucho la atención, y hablando de un nostálgico recuerdo vivido... en Barcelona.

Juan Carlos, brindando
Juan Carlos, brindando

El emérito ha roto su silencio cinco días después de que saliera a la luz la demanda contra el expresidente de Cantabria. ¿Dónde ha reaparecido el monarca? En un acto público donde no ha pasado nada inadvertido: asistiendo a la Copa Mundial de Dubai, una de las citas hípicas más importantes del calendario internacional, como apuntan en Vanitatis. Y no estaba solo: ha acompañado al príncipe Abdullah bin Saad. ¿Dónde? Evidentemente, en un lujoso lugar, como siempre hace. En el Hipódromo de Meydan. Ha sido el mismo royal árabe quien ha mostrado la imagen de los dos en las redes sociales, enseñando dónde se sentaban él y el monarca español, en unas butacas individuales, compartiendo confidencias mientras a su alrededor se celebraban carreras de caballos. ¿Y qué dice el príncipe, después de haber charlado bastante rato al lado del abuelo de Felipe? Él mismo ha revelado de qué han hablado... de qué pasó en una casa de Barcelona hace años: "He conocido hoy al rey de España, Juan Carlos, y hemos compartido recuerdos sobre su visita a nuestra casa en Barcelona, ya que fue un buen amigo de mi padre, el príncipe Saad bin abdulaziz".

Como destaca la mencionada publicación, fue un hombre conocido en España "porque saltó hace unos años a los titulares de los medios cuando algunos de sus hijos demandaron a su apoderado por vender sus propiedades sin contar con su permiso"... Juan Carlos, añorando los tiempos vividos en Barcelona en casa de sus amigos... No creemos, sin embargo, que Juan Carlos vuelva a pisar Barcelona...