Juan Carlos I truncó su reinado cuando se destaparon todas sus polémicas. En 2014 le obligaron a abdicar siendo ésta la primera humillación pública. En 2020, para alejarlo del foco mediático, le exiliaron en Abu Dabi, una deshonra para un rey. El emérito culpa a Letizia de todos sus males. Parece que la actual reina se ha vengado de la poca estima que se le tuvo cuando entró en Zarzuela y de todos los obstáculos que interpusieron en su camino.
Letizia se ha encargado de desvincularse de la imagen del exmonarca. Juan Carlos ha dañado la corona hasta el punto de casi hacerla desaparecer. El ejercicio de los reyes por mantenerla a flote no ha sido fácil. Una de las grandes medidas que siempre ha sido cuestionada es la nula relación entre Leonor y Sofía con Juan Carlos.
La reina se ha ocupado siempre de los suyos. Letizia ha mirado que a su familia no le falte de nada, pero poco le ha importado la de su marido, a la que ha perjudicado hasta el momento de dejarla apartada y humillada. Desde agosto de 2020, Leonor no ve a su abuelo. Un total de tres años. Solo sabe de él por las noticias. No quisieron que asistiesen al funeral de la reina Isabel II ni al de Constantino de Grecia porque sabían que se lo encontrarían, tampoco han dejado que el emérito acuda a los actos más importantes de las adolescentes. Ni se le ha visto en la graduación de Leonor, ni se le verá esta mañana en la confirmación de Sofía.
Las llamadas de Juan Carlos a sus nietas por la graduación y la confirmación
A Juan Carlos le gustaría recuperar el contacto con sus nietas, esas que no le ven ni como un abuelo porque no han tenido ningún tipo de relación. Solo puede llamarles, en contadas ocasiones, previo aviso y siempre supervisado. El pasado fin de semana llamó para felicitar a Leonor por sus buenas notas y el fin de la etapa escolar. Este jueves ha llamado a la infanta Sofía para desearle suerte en el día de la confirmación y repetirle que está muy orgullosa de ella. Es la única forma en la que las nietas tienen noticias de su abuelo.
Juan Carlos I, como la reina Sofía, desearía pasar más tiempo con las adolescentes. De hecho, promete que no faltará a la jura de la Constitución que se celebrará el próximo mes de octubre cuando Leonor cumpla la mayoría de edad. Nadie se lo puede prohibir porque él ha sido rey y está en su derecho a acudir a este acto. Un desafío que no gusta nada a Letizia. No sabe como frenarle.
De momento, ni Juan Carlos ni Sofía han sido invitados a la graduación de Leonor ni a la confirmación de Sofía. Se pierden todos los momentos importantes de la vida de sus nietas. Un dolor irreparable.