Juan Carlos I siempre ha estado rodeado de la polémica por una de sus mayores perdiciones, el dinero. El emérito ha cometido graves errores a lo largo de su carrera en la corona, y la mayoría de ellas relacionados con el mismo tema, aunque a veces también ha sido culpa de su lío de faldas, pero esto le importaba más a la reina Sofía que a los españoles. La madre de Felipe VI se sintió humillada, incluso en una ocasión estuvo a punto de divorciarse públicamente del padre de sus hijos, pero el exmonarca la silenció con dinero, como siempre.
Recientemente, Juan Carlos ha sido noticia porque ha creado una fundación en Abu Dabi para facilitar su herencia a las infantas Elena y Cristina. De esta forma, sus más de dos mil millones de euros siempre estarán fuera de la Hacienda Pública. Una noticia que ha molestado mucho a los actuales reyes, especialmente a Letizia, quien ha vuelto a poner distancia, y a los españoles, ya que millones de ciudadanos pagan a la Hacienda Pública.
A Juan Carlos y a Sofía nunca les ha faltado de nada. Siempre han tenido garantizado un sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. Pero además recibían regalos de las altas esferas, como por ejemplo de sus relaciones con los árabes.
Juan Carlos recibía comisiones cuando era príncipe
Cuando Juan Carlos supo que sería rey y le obligaron a casarse con la reina Sofía no tenían ni una peseta. Por este motivo, hasta que heredaron el trono, los exmonarcas acudían a todo tipo de eventos a los que les invitaban como ahora puede hacer cualquier famoso. Eran actos muy exclusivos y no iban gratis, cobraban altas cantidades de dinero, miles y mile de pesetas por su aparición tan solo unos minutos.
Uno de los requisitos que ponía siempre Juan Carlos no era solo cobrar un sueldo por sus apariciones, sino pagarle en billetes pequeños y siempre en efectivo. De esta forma podía no declarar ese dinero. Allí ya empezaron sus primeros trapicheos. La reina Sofía siempre se ha caracterizado por su papel de víctima, pero ella también participaba en este negocio que les salía muy rentable, y es que a ella también le gustaba el dinero.
No se sabe el dinero exacto con el que cuenta Juan Carlos con todos los paraísos fiscales. Pilar Eyre es la encargada de revelar que el emérito cobraba comisiones por primera vez en 1970. Unos amigos suyos inauguraban un club y le llamaron para que acudiese a poner la primera piedra. Él se mostró encantado, pero pidió dinero por su asistencia, cuenta la periodista.