Juan Carlos de Borbón tiene las maletas en la puerta de su residencia en Abu Dabi, esperando el momento para coger un avión y empezar una nueva visita a España. Su idea es volver a Sanxenxo, disfrutar de las regatas, de la gastronomía y de los amigotes de siempre. No es demasiado original, no. La diferencia con respecto a otros retornos fugaces es que su intención es alargar el máximo posible la estancia, cosa que evidentemente provoca cierto pánico en Zarzuela. Felipe VI prefiere tener al padre lejos y controlado, pero el hombre se resiste. Se siente un hombre liberado de sospechas, de cargos, de deudas, incluso vacunado de todo tipo de escándalos. Pero no es así. Y sus planes inmediatos vuelven a colgar de un hilo tan delgado que podría romperse en cualquier momento.
Un momento que podría ser muy pronto, cuando un tribunal londinense se pronuncie sobre su competencia para juzgar el último problemilla del exmonarca con la Justicia. Se trata del caso que le enfrenta a su ex Corinna Larssen: la alemana ha puesto precio al acoso, la difamación y las amenazas que denuncia por parte del Borbón en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia español, 146 millones de euros por daños psicológicos. El romance deja una buena factura, sin duda, y de hacerse efectiva vía condena ascendería a un total a 210 millones, teniendo en cuenta aquel regalo de enamorado desesperado de 65 más. Ahora bien, a Juan Carlos el dinero le importa un rábano, este no es el problema. Lo que realmente le está robando el sueño es que el asunto le estropee la agenda. De momento es una amenaza, veremos cómo acaba la cosa.
Alarma en Zarzuela, Londres podría destruir a Juan Carlos... y de paso, a la Casa Real
Zarzuela vuelve a temblar con la mirada puesta en Inglaterra, y ya se está movilizando para parar los pies del rey caído. Monarquía Confidencial explica que Felipe y sus asesores "están muy pendientes de lo que suceda en los próximos días, para dar luz verde a su padre para viajar a Sanxenxo a navegar, días antes de desplazarse a la isla de Wight", donde continuará su tour náutico. El mensaje es claro: "No desean en absoluto más escándalos relacionados con Corinna, pero más ahora, sabiendo que estarán en Marivent y tras unas elecciones generales, va a ser complicado de digerir".
Juan Carlos se queda en Abu Dabi hasta nueva orden: Sanxenxo cuelga de un hilo y Marivent, ni de coña
El digital también habla de una hipótesis de la que se ha hablado a menudo durante las últimas semanas, la de ver a Juan Carlos en Marivent acompañando al resto de la familia. Como la reina Sofía ha invitado a todos los nietos y parece que coincidirá con Felipe, Letizia, Leonor y la infanta Sofía, añadir a la ecuación al patriarca huido sería el colmo. De acuerdo, los royals desean que gane el pepero Feijóo con la ayuda de los ultras de VOX, pero incluso así verlo de vacaciones en Baleares rozaría la cosa pornográfica. Ni de coña, vaya: "Sería una provocación innecesaria. Además, se lo prohibirían en Zarzuela".
Corinna lo tiene bien cogido por ahí: ni Sanxenxo, ni Marivent. Abu Dabi y gracias.