Por todos es conocida la fama de mujeriego de Juan Carlos I, prácticamente la única que no la conocía en sus inicios era la reina Sofía. Necesitaba ver con sus propios ojos que el emérito la engañaba con otras mujeres. Todo eran rumores sin pruebas. Fue Felipe VI quien le alertó siendo tan solo un niño de las infidelidades de su padre. Veía a Bárbara Rey muy a menudo en casa. La vedette, Corinna Larsen o Marta Gayà son las mujeres que le robaron el corazón y por las que cometió graves errores poniendo en riesgo a la corona.
Juan Carlos I se fue a la cama con más de 5.000 mujeres. En la formación militar llegaron a apodarle como “el depredador sexual”. Conseguía a casi todas las mujeres que quería. Utilizaba su poder y su dinero para que le trajesen a presentadoras, actrices y cantantes. Se enamoraba de todas las mujeres que veía en televisión. Pero no todas las mujeres le dijeron que sí.

El emérito se vinculó a Sara Montiel. Nunca hubo una confirmación por parte de los protagonistas de esta historia, y si fuese verdad la cantante nunca ha necesitado lucrarse de esta relación. Siempre han sido especulaciones.
Nunca se habló de esta relación, pero fue una de las más duraderas en la vida de la artista. Estuvo muy ilusionada, aunque finalmente no funcionó. En aquella época, el emérito tan solo era un príncipe, aunque ella se había consolidado como una estrella internacional.
Juan Carlos I y Sara Montiel mantuvieron una relación en secreto
La primera vez que se vieron fue en 1960, en una cena organizada por el embajador de Estados Unidos en Madrid. Según recordó Montiel en sus memorias, al encontrarse en la entrada del comedor, Juan Carlos le cedió el paso, y ella, sonriendo, le dijo: "Para mí, usted siempre será mi Rey". Este encuentro, tan fortuito como simbólico, dio inicio a una relación que, aunque mantenida con discreción, se prolongó con el tiempo.
Otro de los encuentros que recordó la actriz fue en una visita a Zaragoza cuando el padre de Felipe VI tan solo tenía 19 años. Aunque rompieron su discreta relación, mantuvieron el contacto como amigos, prueba de ello es que el emérito visitó a la cantante cuando falleció su esposo, José Tous. Permaneció con ella unos 30 minutos en la cocina mientras no dejaba de llorar. Sara Montiel no quería que su relación saliese a la luz porque no quería perjudicar el reinado de Juan Carlos I, pero tampoco ensombrecer su carrera artística.
