Juan Carlos I intenta mostrar su mejor cara, pero el emérito no atraviesa su mejor momento. Su avanzada edad y sus problemas de salud preocupan seriamente a Casa Real. Sus hijos se han reunido en Zarzuela para hablar sobre el futuro de su padre. Cada vez que aparece por España el exmonarca se ve envuelto en una nueva polémica relacionada con su pasada, pero él cumple con la norma de Felipe VI, mantener un perfil bajo. No se ha pronunciado al respecto de ninguna de las polémicas. Ha visto a su familia, a sus amigos más cercanos y ha participado en las regatas de Sanxenxo. Visitó a Leonor en Marín para silenciar las fotografías con Bárbara Rey, y acudió a la consulta de su médico de confianza para continuar con su tratamiento.
El padre de Felipe VI ha desaparecido este fin de semana de España. Lo ha hecho dirigiéndose al aeropuerto de Peinador, en Vigo, desde donde ha tomado un vuelo privado a Lisboa. Juan Carlos I estuvo acompañado en todo momento por su íntimo amigo Pedro Campos y la pareja de éste, Cristina Franze. Desde Lisboa se subía a otro avión para llegar a su destino, Abu Dabi.
Juan Carlos I preocupa por sus problemas de movilidad y su aspecto físico
Según ‘El Español’, que ha seguido muy de cerca los pasos de Juan Carlos I, en el aeropuerto de la ciudad lusa ha habido un importante despliegue de escoltas, lo consideran “una seguridad exagerada”. Además, en ese momento en el que creía que las cámaras ya no estaban cerca dejó su bastón y se sentó en la silla de ruedas con la que se desplaza prácticamente las 24 horas del día. Su movilidad se ha visto reducida en los últimos meses a pesar de los revolucionarios tratamientos a los que se somete.
En 2012 ya tuvo que ser operado de urgencia de sus problemas de cadera. Ha sido intervenido en varias ocasiones y su movilidad cada vez es peor. Necesita ayuda para andar y subir escalones. O bien de una persona o una silla de ruedas.
Juan Carlos I ha confiado en su médico de confianza que ha apostado por la medicina regenerativa. Todos los meses se inyecta células madre y plaquetas de sangre para poder aguantar de pie. Sin embargo, este tratamiento ya no le está resultando efectivo. Debería inyectarse prácticamente todos los días. Las últimas imágenes del emérito han preocupado a todos. Se le ha visto mucho más envejecido y débil, además, mucho más delgado.