Juan Carlos I ha estado en el centro de atención mediática desde su salida del país en agosto de 2020. Su vida ha estado marcada por una serie de controversias y escándalos, pero, en los últimos tiempos, su enfoque se orienta más hacia la salud y el bienestar. Recientemente, se informó que el rey emérito se está sometiendo a tratamientos en Abu Dabi con el objetivo de alargar su vida y mejorar su aspecto físico.
Desde su llegada a los Emiratos Árabes, Juan Carlos I mantiene un perfil bajo, alejado de la vida pública y de los escándalos que lo rodearon en España. Siguiendo, de hecho, las indicaciones de Felipe VI de visitar en pocas ocasiones el país. Una disposición que con el tiempo pierde fuerza, porque el emérito ha pisado el suelo español con más frecuencia desde su partida en 2020. Sin embargo, su estado de salud es un tema recurrente en diversos medios. Se habla seguido de su dificultad para caminar sin apoyo, las veces que pasó por el quirófano y los males que le aquejan.
A medida que avanza en edad, el exmonarca ha decidido priorizar su bienestar, buscando tratamientos que le permitan disfrutar de una vida más plena. A todas estas, sus esfuerzos son notables y elogiados públicamente. Como lo hizo Pilar Eyre, quien se refirió a este respecto: “No parecía él, tenía una cara completamente diferente. Hinchada en ciertas áreas, la mandíbula había cambiado, los rasgos faciales eran distintos; lucía mucho más joven. Su aspecto general también era más juvenil, moviéndose sin bastón…”. ¿A qué se debe esto? Tiene a su disposición un equipo capacitado y comprometido a prolongar al máximo su partida de este plano.
Las innovaciones estéticas que Juan Carlos I usa a su favor
Los tratamientos a los que se está sometiendo en Abu Dabi son parte de un enfoque más amplio hacia la salud que ha ganado popularidad en los últimos años. Muchas personas, incluidas figuras públicas y celebridades, están optando por terapias alternativas y tratamientos novedosos que prometen mejorar la longevidad y la calidad de vida. En este contexto, el rey emérito no es una excepción. Las informaciones que llegan se relacionan con que está explorando diversas opciones, desde terapias regenerativas hasta tratamientos de medicina preventiva.
El uso de toxina botulínica está fuera de discusión porque el royal ya no goza de la misma firmeza en su rostro. En cambio, hay otros tratamientos que parecen surtir efecto y darle una apariencia natural. Como el tratamiento de factores de crecimiento o plasma rico en plaquetas, que implica extraer la sangre del paciente y aplicarla posteriormente en el rostro para aprovechar sus propiedades. Además de algunas inyecciones de colágeno y ácido hialurónico que sirven para atenuar las arrugas e incrementar la lozanía del rostro.
Uno de los aspectos más interesantes de esta situación es cómo la vida de Juan Carlos I tuvo ciertos cambios significativos desde su partida de España. En lugar de ser el centro de atención por sus controversias, ahora se le observa en un papel más introspectivo, haciendo una buena dieta, ejercicio y procurando cuidarse en un entorno diferente. Abu Dabi, con su clima cálido y sus avances en medicina, se convirtió en un refugio para él.