Juan Carlos I ha sido conocido por su fama de mujeriego. Según el ex coronel Amadeo Martínez Inglés, el emérito mantuvo relaciones con más de 5.000 mujeres. Tenía una mujer en cada ciudad, la mayoría de ellas prostitutas de lujo que pagaba con fondos reservados del Estado. Pero el mayor error de todos fue enamorarse. Tres personas han ocupado su corazón a lo largo de estas décadas. Bárbara Rey, Corinna Larsen y Marta Gayà han mantenido relaciones duraderas con el exmonarca. Con la alemana estuvo a punto de divorciarse de la reina Sofía, y con la mallorquina mantendría una relación en la actualidad.
De hecho, ahora mismo sus relaciones extramatrimoniales vuelven a estar de rigurosa actualidad con motivo de la filtración de las fotografías de Juan Carlos besándose apasionadamente con Bárbara Rey en el balcón de su casa. Estas imágenes corroboran lo que Casa Real ha estado ocultando durante décadas para proteger la corona y no humillar a la reina Sofía.
La lista de Juan Carlos con otras mujeres es interminable. El emérito tenía mucho poder cuando llegó al trono y movió sus hilos para conseguir el contacto de muchas artistas, presentadoras y modelos. Se fijaba en ellas y no paraba hasta conocerlas en persona. A algunas les hacía generosos regalos, a otras no las conseguía ni aún así. Son muchas las que reconocen que el marido de la reina Sofía intentó contactarles en persona.
Juan Carlos pagó un piso a Antonia Dell'Atte en Barcelona
Pilar Eyre destapó algunas iniciales de estas amantes. Entre ellas se deduce el nombre de Raffaella Carrá, pero también el de Antonia Dell’Atte. "También una italiana muy famosa recibía frecuentes visitas de Juan Carlos en su piso cercano a la Gran Vía de Barcelona, que pagaba el rey. Los vecinos me contaban lo pesado que era que fuera a visitarla, pues debían identificarse cada vez que entraban o salían de su propia casa". La italiana aún viviría en ese piso que habría pagado el marido de la reina Sofía.
"Fue José Luis de Vilallonga, el biógrafo del rey, quien la introduce en el círculo del monarca. La lleva a su casa de Mallorca y Antonia va a bordo del Fortuna, el barco del rey. El jefe de la Casa del Rey, Sabino Fernández Campo, le tiende una trampa. Hace publicar fotos de Antonia Dell Atte en el barco para llamar al orden al rey. Lo hacía para que no se saliera de madre lo de sus amantes".