Juan Carlos vuelve a ser el protagonista de todas las noticias. Los medios de comunicación esperan su llegada a Madrid este mismo viernes para asistir el sábado 6 de abril a la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo. Recibió la invitación hace meses, pero no sabía que hacer, ya que su presencia complicaría las cosas al futuro matrimonio, ya que habría que poner vigilancia y eso podría incomodar al resto de invitados. Hay que seguir un protocolo. No obstante, el emérito es familia de la novia, su abuela es su prima. Finalmente, ahora que ya no tiene ninguna restricción para viajar, su hijo manda, Juan Carlos ha aceptado la invitación, y no solo él, también la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina, incluso algunos de sus hijos como Froilán y Victoria Federica. Los únicos que no aparecerán serán Felipe y Letizia porque no pueden pronunciarse a favor de ningún partido político. Pero además, el rey tiene que asistir el mismo sábado al partido de final de Copa del Rey para entregar el trofeo al equipo victorioso.
En la última aparición del emérito en la misa de Pascua en Abu Dabi acompañado por la infanta Elena se le vio en silla de ruedas. Según los médicos, Juan Carlos acabará sus días en una silla sin poder andar. Sus problemas de movilidad son muy serios, desde que se operó de la cadera en 2012 solo han empeorado. La avanzada edad tampoco ayuda, incluso habría tenido algunas perdidas de memoria fruto de la edad. Sus hijos están muy preocupados.
Juan Carlos acabará sus días en una silla de ruedas
Sin embargo, cuando vuelva a España asistirá como siempre con su bastón y agarrado de su persona de confianza y el resto de escoltas. Aunque camina despacio y un poco jorobado, Juan Carlos no quiere que se le vea derrotado. A sus 86 años se somete a tratamientos de última tecnología y muy prestigiosos, como las células madre o la plaquetas. Por este motivo en sus últimas apariciones ha mostrado una piel más rejuvenecida, luminosa, fina y tersa.
Pero Juan Carlos necesita muchas medicinas para resistir. No será un día fácil para él. Demasiadas horas fuera de casa y fiesta. Deberá permanecer sentado mucho tiempo o de pie. El emérito quiere hacerse el fuerte, pero los médicos ya le han dicho a sus hijos que tienen que tener cuidado con él. Tienen una edad y debe ser consciente de ello, su final está cada vez más cerca. Aunque como es muy cabezota, su doctor de confianza le ha receta más antiinflamatorios y antibióticos para el dolor y el malestar que le pueda suponer este fin de semana. Con ellos puede calmar el dolor y poder andar de aquella manera y no utilizar la silla de ruedas, pero solo es un parche.