Juan Carlos I no ha podido pasar la Navidad en Madrid como había previsto. Debido a la última querella de cinco fiscales jubilados y al testimonio de Bárbara Rey tras las fotografías donde se corroboró su relación con el emérito, Felipe VI tomó la decisión de expulsarle de España hasta que finalicen estas fechas. El exmonarca quería pasar incluso el día de Reyes en la capital para poder celebrar su cumpleaños allí después de tantos años. Sin embargo, se ha tenido que quedar en Ginebra. El marido de la reina Sofía ha reservado toda una planta del hotel Four Seasons de Madrid, donde se aloja junto a sus escoltas, unos amigos y Marta Gayà.

Felipe ayuda a Juan Carlos efe
Felipe ayudando a Juan Carlos / EFE

En estos días festivos las infantas Elena y Cristina, junto a sus hijos, han aprovechado para hacerle una visita y que no esté solo en estas fechas tan señaladas. El emérito tuvo la suerte de pasar el día con seis de sus ocho nietos. Su favorito, Froilán, a quien ve más a menudo en los Emiratos Árabes, Victoria Federica, la niña de sus ojos, y los cuatro Urdangarin, con los que hace años la relación era algo más tensa.

Juan Urdangarin tensa la relación con su abuelo Juan Carlos I 

Juan Carlos I ha viajado en varias ocasiones a Barcelona para ver jugar a su nieto Pablo Urdangarin al balonmano. También ha arropado a Miguel e Irene cuando vivían en Ginebra, pero poco se pasaba por Reino Unido para apoyar a Juan Urdangarin. El mayor de los hijos de la infanta Cristina es quien peor lo pasó cuando estalló todo el caso Nóos. Era un adolescente, consciente de todo lo que sucedía a su alrededor, no como sus hermanos, que eran demasiado pequeños, y se percataba de todo. Los que se los encontraban por la calle llamaban “chorizos” a sus padres. Sufrió bullying en la escuela y tuvo que ir al psicólogo.

Juan Urdangarin nunca perdonará a Juan Carlos que por culpa de él su padre acabase en la cárcel y viviesen todos el infierno que vivieron durante años. El mayor de los Urdangarin culpa a su abuelo porque sabía perfectamente lo que iba a suceder y porque él también estaba metido en el caso Nóos, pero la figura del rey gozaba de inviolabilidad.

El joven fue quien logró que Juan Carlos pagase las cantidades millonarias que recibió a su padre a cambio de su silencio.

Durante la reunión familiar que tuvo lugar en Navidad en Ginebra, Juan Urdangarin no dirigió la palabra a Juan Carlos I. Fue por reunirse con su familia y no estar solo en Londres, pero nada más. Solo le habla para reprocharle cosas.

Juan Carlos I con sus nietos
Juan Carlos I con sus nietos