Va camino de los 90, pero a sus casi 87 años, el rey emérito Juan Carlos I sigue siendo objeto de titulares relacionados con su conocida afición por las mujeres. El más reciente, la confirmación mediante fotografías de su relación con Bárbara Rey. Pero eso solo es la punta del iceberg.

Durante décadas, su reputación como un amante incansable y apasionado ha sido tema de conversación tanto en los círculos de la alta sociedad como en la opinión pública. Sin embargo, con el paso del tiempo, su vigor sexual ha disminuido, lo que lo habría llevado a recurrir a tratamientos y medicamentos para mantener activa su intensa vida amorosa.

Miles de amantes han pasado por la cama de Juan Carlos I

El coronel retirado Amadeo Martínez Inglés, en su libro titulado Juan Carlos I, el rey de las cinco mil amantes, afirma que el emérito habría tenido relaciones con unas 5.000 mujeres a lo largo de su vida. Incluso asegura que, tras su exilio en Abu Dabi, este número continuó en aumento. Según Martínez Inglés, el emérito llevó consigo a su nuevo destino los “aparatos y medicamentos esenciales” que le permitían mantener su actividad sexual, reflejando una constante necesidad de satisfacer su insaciable libido, bien conocida dentro de la familia Borbón.

Juan Carlos I

Uno de los tratamientos más destacados al que se habría sometido Juan Carlos es el uso de testosterona. Según la periodista y experta en la Casa Real Pilar Eyre, el monarca recurrió a este procedimiento para “mantener su vigor sexual y satisfacer a las mujeres con las que tenía encuentros”. Eyre, quien ha hablado de este tema en su canal de YouTube, explicó que este tratamiento hormonal es común entre hombres que buscan mejorar su desempeño sexual y vitalidad. Para Juan Carlos, sin embargo, era algo más: una herramienta indispensable para sostener el acelerado ritmo que, durante años, caracterizó su vida amorosa.

Mantener la lívido sigue siendo una obsesión para Juan Carlos I

La testosterona, conocida por aumentar la potencia sexual y la energía, se ha convertido en un aliado clave para hombres mayores que desean recuperar parte de su juventud. En el caso de Juan Carlos, esta sustancia le habría permitido seguir cumpliendo con lo que muchos consideran su mayor vicio. Además, se habla de que complementaba estos tratamientos con compuestos naturales diseñados específicamente para potenciar los efectos.

Juan Carlos Sofía EP

Aunque su capacidad física ha mermado con los años, Juan Carlos parece estar decidido a mantener su legado como un amante enérgico y apasionado. Según muchas fuentes, esta determinación es parte de su personalidad, marcada por una necesidad constante de afirmarse a través de sus conquistas amorosas. Incluso en Abu Dabi, donde reside desde 2020, los rumores sobre sus encuentros románticos no han cesado.

El rey emérito, que ha pasado por numerosos escándalos relacionados con sus affaires, continúa generando controversia. Para muchos, su aparente obsesión con la virilidad es una extensión de su figura pública, construida en torno a la imagen de un monarca carismático y audaz. Sin embargo, también refleja un lado más vulnerable: la lucha por mantener una juventud que se desvanece frente al inevitable paso del tiempo.