Juan Carlos reaparece en Reino Unido como estaba previsto desde hace meses en compañía de la infanta Elena, su máximo apoyo. La familia se muestra unida ante los desplantes constantes de Felipe y Letizia. El emérito ha atendido a la prensa con una de sus mejores caras. Se encuentra mejor que nunca, con un rostro mucho más rejuvenecido y con 15 kilos menos para ayudar a sus problemas de movilidad. Tiene mucha energía a su avanzada edad para disfrutar de sus pasiones, una de ellas las regatas. Esta semana se sube al Bribón, en compañía de su equipo, para participar en el Mundial de Vela que se celebra en la isla de Wight.
El emérito ha atendido amablemente a la prensa en sus salidas y llegadas, y además de dejar claro que se encuentra en un buen momento, ha asegurado que regresará a España muy pronto. Desde agosto de 2020 se encuentra en el exilio, pero eso podría cambiar en breve ya que no pesa ningún cargo sobre él, es totalmente libre, no tiene ni por qué dar explicaciones de sus movimientos, ya que son viajes de carácter privado y personal.
Juan Carlos I planea volver a España por temporadas
Juan Carlos truncará los planes de Letizia. Ya no puede retenerle. Tiene pensado volver a España por cuarta vez a finales de octubre para asistir a la jura de la Constitución de Leonor al cumplir su mayoría de edad. Por fin se verá las caras con su nieta, a la que no ha visto en estos más de tres años ni un solo día. La actual reina quiere evitar a toda costa ese encuentro. Incluso tiene pensado volver por Navidad, el año pasado se le prohibió pero éste no. Podría pasar esos días en casa de la infanta Elena, recién reformada, ya que en estos momentos no tiene una residencia, Zarzuela está totalmente vetada.
El régimen fiscal de los Emiratos Árabes beneficia totalmente al millonario patrimonio de Juan Carlos, por este motivo es probable que no quiere volver a España de forma permanente, sino solo por temporadas. De esta forma huye de la Hacienda Pública. Pasaría menos de 183 días en su país, suficiente para enfadar a Letizia y sacarla de sus casillas.
Letizia y Felipe le prohiben vivir en Zarzuela, pero ya tiene pensado dos lugares en los que sería feliz. Uno en Madrid, en la casa de su hija Elena, recién reformada y adoptada para una persona con movilidad reducida. Y la otra posibilidad sería Sanxenxo, cerca de la casa de Pedro Campos, donde se aloja cuando viaja a Galicia. Buscaría un casa con vistas al mar, escondida entre la vegetación, de difícil acceso, tanto para personas anónimas como para la prensa.