Ha empezado la guerra en Zarzuela. Hace un par de semanas, Juan Carlos I sorprendía a todos con una demanda a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor. Casa Real no era conocedora de este movimiento. Tampoco de la publicación de sus memorias, que verían la luz antes del verano con la editorial Planeta. Y aunque tuvo una fuerte discusión con Felipe VI por estos últimos movimientos sin previo aviso, tras el revuelo generado por la demanda al político, ha decidido emprender también acciones legales contra Corinna Larsen, quien más ha hablado públicamente sobre él. Y es que el cántabro, muy querido por los españoles, no entendía como no denunciaba a sus amantes.

Juan Carlos y la infanta Elena

Juan Carlos I se ha rebelado contra la corona, y esto implica también contra su hijo. Está harto de los menosprecios y que se rían de él. Hace cinco años que Felipe VI obligó al emérito a exiliarse a los Emiratos Árabes, una de las mayores humillaciones para un monarca. Desde entonces no ha regresado a España de forma permanente. No obstante, sus viajes cada vez han sido más frecuentes y sin tener que dar explicaciones. Aunque cada vez que cometía un error era castigado con un tiempo en Abu Dabi sin salir.

Juan Carlos I quiere vengarse de todos en su momento más vulnerable 

Hace casi un mes que el emérito acudió al hospital La Tour en Ginebra para cambiarse las pilas del marcapasos y hacerse unas revisiones por sus problemas de movilidad. Allí se ha sometido a tratamientos revolucionarios que ya no surten efecto debido al avance de la artrosis que padece. Su pierna izquierda está totalmente inmóvil y los médicos le han confirmado la peor de sus pesadillas. Deberá utilizar la silla de ruedas de forma permanente para cualquier desplazamiento, una imagen que quería evitar.

Juan Carlos I siente rabia e impotencia, ahora ve que le han dejado completamente solo, en la estacada, siendo una persona totalmente dependiente y débil. Es el momento que ha aprovechado para vengarse de todas las personas que le han hecho daño en algún momento de su vida para demostrarles que aún sigue siendo todopoderoso. Incluso se ha atrevido con su propio hijo. Está dispuesto a acabar de forma indirecta con la corona porque eso implica ver caer a Letizia, y esa sería la mayor de sus satisfacciones.

El marido de la reina Sofía está dispuesto a que su hijo y su nuera sufran las mismas consecuencias que ha sufrido él. El emérito conoce mucha información que podría acabar con ellos y también deberían irse a vivir al exilio. Aunque su venganza también implicaría hacer daño a una persona inocente, su nieta Leonor.

Letizia hablando con Juan Carlos / EFE