Pilar Eyre ha dicho basta a la campaña de mentiras que se están publicando sobre los reyes eméritos. "Juan Carlos y Sofía, una reconciliación anunciada" (La Razón), "Juan Carlos se apunta por fin a Mallorca" (Vanitatis), "Sofía apoya a su marido en las regatas" (Hola). Un cuento de hadas según el cual un matrimonio que se ha llevado a matar desde hace décadas se reenamora a los 80 años. Sólo falta que vengan de Oriente con oro, incienso y mirra. Todo mentira. La campaña ha sido inspirada o consentida por Zarzuela para evitar la realidad: no se soportan. Así explica con pelos, señales y datos la periodista catalana en Lecturas la (breve) estancia conjunta de los reyes en Mallorca.
Eyre abre la tapa de la cloaca:: "Las habitaciones de los reyes en Marivent están tan separadas como en Zarzuela. En privado siguen sin mantener ningún contacto, se hablan a través de sus secretarías, y en público apenas se miran. En la visita a la Escuela de Rafael Nadal en Manacor, don Juan Carlos no le dirigió la palabra a su mujer, aunque ella mantenía el tipo fingiendo no darse cuenta (...) la reina se limitaba a sonreír y, cuando intentaba meter cucharada en la conversación, el rey la ignoraba". Todo amor, sí. Una reconciliación real.
Eyre aprovecha para acabar con otra mentira, la futura esposa de Rafa Nadal no se llama Mery, como lo ha bautizado Hola, ni Xisca, como se creía: "Los eméritos están invitados a la boda de Rafa Nadal y Maria Francesca, como la llaman en casa" y el regalo de bodas royal puede ser un título nobiliario (duque de Manacor?). Esperaremos a leer las invitaciones que recibirán a 600 invitados entre reyes, nobles, políticos y deportistas. Entre ellos, los reyes eméritos.
Juan Carlos no se ha reconciliado con su todavía mujer. Eyre lo remata: "En Palma ha hecho su vida aparte, conserva su grupo de amistadas masculinas" y recuerda que quizás se ha topado con una ex: la princesa María Gabriela de Saboia, que cuando le quiso presentar a Corinna le escupió: "Ni lo intentes, Juanito, no quiero conocer a esta aventurera, y te aconsejo dejarla, esta relación te desacredita". Por si no está lo bastante desacreditado.