Felipe y Letizia no querían que Juan Carlos regresase a España. La última vez que visitó el país se generó a su alrededor un espectáculo mediático. Sin embargo, el emérito puede moverse como quiera, ya que no pesa ningún cargo sobre él. No obstante, su hijo le pidió discreción, y eso hizo, cumplió con su palabra, no quiere perjudicar el reinado de Felipe. Pero los periodistas David Fernández y José María Olmo han aprovechado la ocasión para promocionar su nuevo libro sobre los secretos ocultos del exmonarca. Se trata de ‘King Corp’, un libro que ya ha dado la vuelta al mundo por las insinuaciones sobre una presunta hija ilegítima de Juan Carlos I. Pero no es el único episodio que desvelan. También se habla de la persona que estafó al emérito 20 millones de euros.
Si hay algo que siempre le ha gustado al exmonarca es el dinero y las mujeres. Dos adicciones contra las que no ha podido luchar. A día de hoy, a pesar de todos los problemas que le han dado, todavía no puede desengancharse. Juan Carlos I es conocido por su fama de mujeriego. Ha mantenido relaciones íntimas con miles de mujeres a lo largo de sus más de cuatro décadas de reinado. El dinero también le ha dado muchos quebraderos de cabeza, aunque como ha sido inviolable, se ha salvado.
Juan Carlos I y su adicción por el dinero y las mujeres
‘King Corp’ indaga en el "entramado societario" de Juan Carlos I para eludir sus obligaciones fiscales y "los cerebro financieros" que ayudaron al rey emérito a tejerlo. El emérito siempre se ha relacionado con las personalidades más importantes del sector. Según David Fernández, tal y como contó en ‘Al rojo vivo’, el marido de Sofía mantuvo durante años "una relación estrecha" con estos brokers y asesores que le ayudaron a "ocultar" y también "rentabilizar" ese patrimonio.
Se desconoce el motivo por el que Juan Carlos I hizo todo esto siendo la persona más importante del país, con acceso a todas las comodidades, con un sueldo millonario de por vida y con “todos los gastos pagados”. El exmonarca no soltaba ni un solo euro. Todo era gratis. Según señala Fernández, aunque Juan Carlos I era "el ciudadano más privilegiado de este país", pero "al monarca esto siempre le pareció poco" y creía que sus funciones "debían llevar aparejadas unas compensaciones extras”.
Como se sabe durante años estuvo recibiendo esas compensaciones extras. "Recibió cantidades ingentes de regalos en efectivo y en especie y lo ocultó". "Era realmente una persona adicta al dinero", resume Fernández, que precisa que este término, el de “adicción”. El emérito nunca tuvo suficiente y la avaricia rompió el saco. De nada le sirvió ser el hombre más rico de España. Su imagen ha quedado totalmente dañada.