Juan Carlos I cumplirá 87 años el próximo mes de enero, una edad cada vez más avanzada y preocupante por problemas de salud graves. Lamentablemente, como cualquier otra persona, el final del emérito está cada vez más cerca y es algo que ya se ha hablado en varias ocasiones en Casa Real. Felipe VI debe tomar decisiones en un futuro no muy lejano, y es que el marido de la reina Sofía vive de forma oficial en Abu Dabi tras ser exiliado en agosto de 2020 por todas sus polémicas que ponían en jaque a la corona. Es inviable que el exmonarca fallezca fuera de su país y más a miles de kilómetros de distancia, habría que repatriar el cuerpo. Una humillación para la corona y para su hijo.
El emérito hace años que arrastra serios problemas de salud, aunque siempre intenta ocultarlos. Juan Carlos I tiene problemas de movilidad desde que sufrió una caída en Botswana en la que destapó su relación con Corinna Larsen y varias polémicas. En ese momento se le realizó la primera operación de cadera, pero nunca quedó bien, fue intervenido en varias ocasiones.
En los últimos años se ha acompañado de un bastón y de su personal de asistencia, pero la verdad es muy distinta. Desde hace años Juan Carlos utiliza una silla de ruedas, pero no quiere que le vean con ella. Tiene pesadillas. No quiere acabar como su madre o sus hermanas Pilar y Margarita. Sería como caer de su imperio, un rey derrotado, que depende de alguien las 24 horas del día.
Juan Carlos debería someterse a otra operación de cirugía
Juan Carlos I se ha realizado revolucionarios tratamientos para evitar una nueva intervención, ya que a su edad sería algo peligroso. Se ha sometido a tratamientos de medicina regenerativa con células madre y plaquetas, pero ya no surten efecto. Con ello lograba que durante unos días no tuviese que utilizar silla de ruedas y mejorase su movilidad. Lo hacía cada vez que tenía que venir a España para que nadie descubriese la verdad. Ahora ya no se puede esconder porque ese tratamiento no es suficiente.
Juan Carlos visita los mejores médicos. Se visita en Vitoria y en Ginebra. Es allí donde se ha hecho este revolucionario tratamiento, pero donde le han puesto sobre la mesa someterse a una nueva cirugía de cadera. Sería conveniente para mejorar levemente esos problemas de movilidad y fuertes dolores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en menos de un mes cumplirá 87 años y aunque haya sido rey de España no es todopoderoso. La anestesia a su edad es muy delicada, un factor muy importante a tener en cuenta, más las complicaciones derivadas de una operación y la recuperación.