Este viernes es un día marcado en el calendario para muchos deportistas y aficionados al deporte. Serán las 19.30 horas cuando dé comienzo la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024. Un acto que tendrá lugar con el río Sena como escenario. Y en ella, estarán presentes autoridades de muchos países, incluido España los reyes Felipe VI y Letizia presenciarán en directo la ceremonia.

Cabe decir que la casa real siempre ha tenido un vínculo estrecho con los Juegos Olímpicos. Varios miembros relacionados con la monarquía española han participado en algunas ediciones. El rey Juan Carlos participó en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972. Formó parte del equipo de vela en la clase Dragón y quedó en 15º posición. Mientras tanto, el Felipe, cuando todavía era Príncipe de Asturias, participó en los Juegos del 92. Además, también fue el abanderado de España en Barcelona 92. Y su hermana, la infanta Cristina, fue la primera mujer abanderada del equipo olímpico español en los Juegos de Seúl de 1988.

Felipe en los Juegos Olímpicos de Barcelona
Felipe en los Juegos Olímpicos de Barcelona

La estrecha relación de la familia real con los Juegos Olímpicos

Asimismo, la reina Sofía formó parte como reserva para Grecia, del equipo de vela de los Juegos de 1960. Mientras que su hermano,  el rey Constantino, ganó una medalla de oro en la clase Dragón de vela.

De todas esas ediciones, tanto Felipe como sus hermanas o su padre, tiene un recuerdo muy especial de los juegos que tuvieron lugar en Barcelona. Tanto por el significado que tuvieron para España y para la ciudad condal, como por el protagonismo que entonces tuvo el heredero de la corona. La imagen de la infanta Elena llorando de emoción en las gradas del Estadio Olímpico son ya un icono histórico.

Infanta Elena Juegos Olímpicos Barcelona 92
Infanta Elena Juegos Olímpicos Barcelona 92

Juan Carlos I se lo pasó en grande en Barcelona

Juan Carlos I, sin embargo, no solo guarda buen recuerdo de lo que ocurrió en el interior del Lluís Companys. El rey por entonces gozaba de buena fama y tenía contactos fieles en casi todos los ámbitos. Y usó su influencia para disfrutar de todos los lujos mientras estuvo en Barcelona.

Entre entrevista y entrevista, Juan Carlos I aprovechaba para visitar lugares emblemáticos de la ciudad y también para su disfrute personal. No se alojaba en un hotel de 5 estrellas, sino en un piso privado donde disfrutaba de todo tipo de lujos y una total discreción. Allí también tiró del catálogo de azafatas y presentadoras de la famosa agencia de Javier Hidalgo, de la que ya hablaron Joaquin Abad y Isidre Uristrell en sus respectivos libros.