El rey Juan Carlos I, a lo largo de su vida, ha sido objeto de numerosos rumores y controversias, incluyendo algunas relacionadas con su supuesta paternidad de varios hijos fuera de su matrimonio. Mientras que es conocido como el padre de Felipe VI y de las infantas Elena y Cristina, los periodistas José María Olmo y David Fernández destaparon la existencia de más hijos no reconocidos en su libro “King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos”. En este trabajo, se revelan presuntos detalles sobre los negocios oscuros del rey emérito, así como la posible existencia de otra hija ilegítima, lo que eleva el número total de sus descendientes a siete: cinco mujeres y dos hombres.
A Juan Carlos I se le atribuyen, además del rey Felipe y las infantas Elena y Cristina, cuatro descendientes más, fruto de relaciones con diferentes mujeres. Sí, en total, habría dejado embarazadas a un total de cinco, contando a la reina emérita Sofía. Aunque ninguno de estos presuntos hijos ha logrado reconocimiento oficial, sus historias han generado gran expectación, pintando un retrato complejo de la vida privada del rey emérito, quien no solo deja una huella en la historia de España, sino también en estas complicadas relaciones familiares que siguen siendo objeto de especulación.
Demás de sus hijos reconocidos, a Juan Carlos I se le atribuyen otras cuatro paternidades
Entre los casos más sonados está el de Albert Solà, un hombre que falleció de manera repentina a la edad de 66 años. Solà afirmaba con firmeza ser hijo biológico de Juan Carlos I y, de hecho, sostenía que poseía una prueba de paternidad que coincidía al 99% con el ADN del rey. A lo largo de su vida, Albert intentó ser reconocido legalmente, presentando una demanda ante el Tribunal Supremo en 2015, la cual fue desestimada. Su muerte, justo antes de una entrevista televisiva donde iba a hablar sobre este tema, sigue siendo motivo de especulación.
Otra figura importante en esta trama es Ingrid Sartiau, una mujer belga que también ha asegurado ser hija del rey emérito. Ingrid luchó durante años por obtener reconocimiento legal como hija de Juan Carlos, aunque sin éxito. A pesar de los reveses legales, continúa afirmando ser parte de la familia real, y ha comparado públicamente su parecido físico con el actual rey, Felipe VI, lo que ha despertado curiosidad y debate en redes sociales.
Una tercera mujer que reclama la paternidad del exmonarca es María Alexandra. Al igual que Ingrid, María ha intentado demostrar su filiación, pero enfrenta importantes obstáculos legales. Aunque aún no ha sido reconocida oficialmente, sigue siendo un nombre que aparece en las conversaciones sobre los posibles hijos ilegítimos del rey.
La más reciente incorporación a esta lista de hijos no reconocidos es Alejandra, cuya existencia fue mencionada por primera vez en una entrevista con la periodista Pilar Eyre en 2017. Según los periodistas Olmo y Fernández, Alejandra es bien conocida en los círculos de Zarzuela, y tanto Felipe VI como otros miembros de la familia real están al tanto de su identidad. Ella sería fruto de una relación que Juan Carlos I mantuvo en los años 70 con una aristócrata española. A diferencia de otros casos, Alejandra nunca ha reclamado derechos sucesorios, lo que ha mantenido su historia en un segundo plano mediático, aunque sigue siendo un tema de gran interés.