Juan Carlos I y Felipe VI se habrían distanciado aún más tras los últimos acontecimientos. Después de mantenerse alejado del foco mediático residiendo entre Abu Dabi y Ginebra, el emérito pone en jaque su futuro al dar un golpe sobre la mesa. El marido de la reina Sofía ha compartido con sus más íntimos que se siente muy solo y abandonado, está harto de esta situación y no entiende como un rey tan importante para la monarquía española ha acabado desterrado. En una especie de venganza tras conocer la negativa de su hijo para que su padre se instale en España de forma permanente, ha decidido demandar a Miguel Ángel Revilla por supuestamente vulnerar su honor en su último libro. Casa Real no era conocedora de este movimiento hasta que salió la noticia. Con el revuelo mediático y el apoyo al político, a Juan Carlos I no le quedó más remedio que demandar también a Corinna Larsen. Y no se va a quedar callado. El padre de Felipe VI quiere que se le recuerde para siempre, por ello publicará este mes de junio sus memorias con la editorial Planeta.

Felipe VI ha intentado frenar las decisiones de su padre, pero no ha podido hacer nada, se ha encabezonado en tomarse la justicia por su mano, aunque eso implique sacrificar a la Casa Real. El marido de la reina Sofía sabe que estas decisiones tendrán serias consecuencias para su hijo, pero también para él y su futuro. Ahora más que nunca es probable que fallezca fuera de España y solo, su mayor temor.
Juan Carlos I actúa de esta forma por sus últimos resultados médicos
Juan Carlos I está dispuesto a poner a todos en su sitio para que se deje de desprestigiar su imagen pública. El emérito va a ir a por todas hasta las últimas consecuencias. No hay marcha atrás. Quiere limpiar su nombre. Se le ha hecho mucho daño, y también espera poderse vengar de Letizia a quien culpa de sus principales males.
El emérito sale de una época muy complicada en la que se ha temido por su salud. Son ya 87 años y está muy delicado. Juan Carlos I tiene mucho miedo de ser una persona dependiente. Los médicos le han comunicado que terminará sus días en una silla de ruedas.
Juan Carlos I tiene serios problemas de movilidad desde hace más de una década. Se ha operado más de una decena de veces de las rodillas y la cadera sin mucho éxito. También se ha sometido a tratamientos basados en la medicina regenerativa con células madre, pero debido al avance de su artrosis su pierna izquierda está totalmente inmóvil.
