Juan Carlos I ha pasado prácticamente todo el mes de septiembre en España. Casa Real ha conseguido su propósito, alejar del foco mediático al emérito y que sus movimientos ya no generen interés. Sin embargo, en las últimas semanas el marido de la reina Sofía se ha visto involucrado de forma involuntaria en varias polémicas. Entre ellas destaca la fundación que ha creado en Abu Dabi para facilitar la herencia a las infantas Elena y Cristina y que de esta forma su millonario patrimonio no pase por las manos de la Hacienda Pública, algo que ha molestado bastante a los ciudadanos españoles. Por otro lado, se ha rumoreado con la posibilidad de la publicación de sus memorias antes de finalizar el año, donde repasa los aciertos y errores de sus años como rey de España. Aunque la gota que ha colmado el vaso han sido las íntimas fotografías donde se le puede ver besando apasionadamente a Bárbara Rey, una de sus amantes, en el balcón de su casa. Unas imágenes que han humillado a la reina Sofía, ya que siempre se ha dicho que el emérito tenía relaciones extramatrimoniales pero Casa Real siempre ha evitado publicaciones.
Casa Real ha tenido que moverse rápidamente para solucionar este problema, y aunque Letizia no quería, Felipe VI ha conseguido un encuentro entre Leonor y Juan Carlos, de esta forma han conseguido que solo se hable de ese tema.
Juan Carlos I viene a España más veces de las que se hacen públicas
En algunas ocasiones Casa Real ha comunicado la presencia de Juan Carlos I en España, especialmente al principio, pero con los años le han dado total libertad, y es que el marido de la reina Sofía se ha movido por su país sin levantar sospechas. Lo ha hecho con un avión privado que siempre salía desde Sanxenxo. Siempre se ha dicho que se quedaba en la casa de su íntimo amigo Pedro Campos, en Galicia, pero realmente ha visitado Vitoria, Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca, y otras muchas ciudades.
El padre de Felipe VI se ha desplaza en un avión propiedad de su odontólogo de cabecera, el Dr. Eduardo Anitua de Vitoria. La aeronave se trata de un Cessna 560XL de tres millones de euros, y que le ha servido al rey emérito para cubrir sus desplazamientos a Portugal y al aeropuerto de Peinador en Vigo con parada, claro, en Vitoria donde visitó a su amigo íntimo dentista.
Las visitas que se han ocultado han sido a Palma de Mallorca y a Barcelona, donde se ha visto con su amante, Marta Gayà, con quien mantendría una relación consensuada por Casa Real.