A Juan Carlos I se le añade un problema tras otro. El emérito fue el protagonista del último mes con varias polémicas, a pesar de mantenerse siempre en un discreto segundo plano cuando viaja a España. Se aireó que había creado una fundación en Abu Dabi con la que pretendía facilitar su millonaria herencia a las infantas Elena y Cristina, y que de esta forma su patrimonio no recayese en la Hacienda Pública. También habría concedido sus memorias a una periodista francesa que publicaría el libro en los próximos meses, y además se publicaron las fotografías del emérito con Bárbara Rey besándose apasionadamente en el balcón de su casa, que corroborarían sus relaciones extramatrimoniales. Una clara humillación pública a la reina Sofía.
Pero Juan Carlos I tiene un problema aún mayor que pensaba que había silenciado. Se trata de Iñaki Urdangarin. El exduque de Palma ha vuelto a llamar al emérito para renegociar las cláusulas que firmaron en el divorcio con la infanta Cristina. Supuestamente las que estaban vinculadas a la economía.
Iñaki Urdangarin pagó con su ingreso en prisión su culpa por el caso Nóos, pero no es el único implicado, y él lo sabe muy bien. Con tal de garantizar su silencio, Juan Carlos le aseguró una importante cantidad de dinero cuando saliese de la cárcel que ya estaría percibiendo. Serían los 25.000 euros mensuales y los dos millones de euros en concepto de indemnización que pactó con Juan Carlos y con la infanta Cristina por el libro que una editorial le ofreció escribir y al que renunció.
Juan Carlos silencia a Iñaki Urdangarin
Han pasado dos años de esas arduas negociaciones que la infanta Cristina quería frenar y no consiguió. Por ahora, con ese dinero a Iñaki ya le estaba bien, ni trabajaba ni estaba en la búsqueda activa de empleo. El exjugador de balonmano vivía con Ainhoa Armentia a cuerpo de rey, y nunca mejor dicho. Consiguió su propósito. Se han comprado una lujosa casa en una prestigiosa urbanización de Vitoria, van a restaurantes con estrella Michelin, gastan miles de euros en compras, viajan de forma incesante y se alojan en hoteles de cinco estrellas gran lujo. Lógicamente, este elevado tren de vida no se puede mantener toda la vida con según que cantidades.
Iñaki ha amenazado a Juan Carlos con información sobre él, la corona y sobre Felipe VI. El actual rey le ha pedido a su padre que ponga solución a ésta como sea porque saldrían salpicados. El emérito se ha reunido con el exduque de Palma y han acordado más dinero. Pero es la última vez que subirá la cifra. No piensa seguir con este chantaje. Había un acuerdo, y si lo rompe perderá todo. Él mismo. Se desconoce la cifra exacta que cobraría ahora mismo, pero fuentes cercanas a Zarzuela aseguran que la ha duplicado.