El principal problema en la vida de Juan Carlos I ha sido su tendencia a enamorarse, un aspecto que ha dejado una profunda huella en su vida personal y en su reinado. Su reputación como mujeriego ha sido ampliamente conocida, algo que Casa Real nunca logró ocultar por completo. Este comportamiento fue, en muchos sentidos, uno de los aspectos más perjudiciales de su mandato. A pesar de haberse casado con la reina Sofía, se ha dicho que lo hizo sin estar enamorado de ella. Su verdadero amor en aquel momento era Olghina de Robilant, una relación que fue truncada por su padre, Juan de Borbón, quien intervino directamente para poner fin al romance.
Por su parte, la reina Sofía tampoco estaba enamorada de Juan Carlos, pero desde el inicio se comprometió a hacer todo lo posible por cumplir con su deber de formar una familia y mantener las apariencias. La relación entre ellos, sin embargo, se mantuvo con un único propósito: engendrar un heredero varón para la corona, que más tarde sería Felipe VI. Tras el nacimiento de Felipe, la pareja nunca volvió a compartir el lecho, y desde entonces el monarca comenzó a tener múltiples relaciones extramaritales, manteniéndose siempre a espaldas de su esposa.
A lo largo de los años, se ha rumoreado que Juan Carlos I mantuvo relaciones con miles de mujeres. Se dice que, en su juventud, fue apodado "el depredador sexual" debido a sus aventuras amorosas con numerosas mujeres, muchas de las cuales, según se comenta, eran prostitutas de lujo que se pagaban con los fondos reservados del Estado. Sin embargo, su mayor problema fue cuando llegó a enamorarse de verdad. Esto no solo afectó su matrimonio, sino que también puso en riesgo la estabilidad de la corona.
Marta Gayà, la única amante de Juan Carlos que nunca le traicionó
Entre las mujeres que dejaron una huella significativa en el corazón de Juan Carlos I, destacan tres nombres: Bárbara Rey, Corinna Larsen y Marta Gayà. Las dos primeras, según algunas fuentes, aprovecharon su relación con el monarca para obtener beneficios económicos. Por otro lado, Marta Gayà, una empresaria mallorquina, ha sido descrita como una mujer que se mantuvo fiel al exmonarca y con quien sigue teniendo una relación muy cercana. De hecho, se sabe que Gayà y Juan Carlos han mantenido una relación discreta durante más de una década, especialmente después de que su matrimonio con la reina Sofía quedara en términos meramente formales.
En enero pasado, Marta Gayà estuvo presente en la celebración del cumpleaños de Juan Carlos en Abu Dabi, donde se reencontró con las hijas del monarca, Elena y Cristina. La relación entre Gayà y Juan Carlos es tan cercana que, a pesar de que ella no vive todo el año en los Emiratos, ambos se ven con regularidad, y ella pasa largas temporadas a su lado.
Por otra parte, se ha dicho que Gayà también ha recibido apoyo financiero por parte del exmonarca. Se menciona que, cuando Juan Carlos transfirió 60 millones de euros a Corinna Larsen, también entregó una suma considerable a Gayà, específicamente dos millones de euros de sus cuentas en Suiza. Desde 2014, la empresaria ha mantenido un estilo de vida elevado entre Suiza, Mallorca y Abu Dabi, financiado por Juan Carlos como agradecimiento a su compañía y lealtad.