Los reyes de España siempre han tenido aversión a las urnas. A votar. A saber qué piensan de ellos. Vete a saber qué pasaría. Por lo tanto, la democracia guay, pero para el resto de mortales. Ellos se quedan con el dedazo del dictador fascista Francisco Franco, su padrino. Desde que los Borbones recuperaron la Corona solo han ejercido el sufragio en elecciones muy determinadas. Nunca para escoger a un presidente del gobierno, solo para decisiones de otro calibre. Juan Carlos y Sofía, por ejemplo, solo han estado en 4 ocasiones en un colegio electoral. Curiosamente, en referéndums: 1976, el de la Reforma Política. 1978, el de la Constitución. 1986, el de la OTAN. Y 2005, el de la Constitución Europea. Precisamente el único en el que hemos visto a los actuales reyes, Felipe y Letizia, en aquella época príncipes de Asturias. Hasta aquí.
¿Qué pasaría si los miembros de la realeza española votaran en unas generales, autonómicas o locales? Ah, la gran pregunta. Pero vaya, tampoco se vuelvan locos: ganarían las opciones conservadoras. Quizás no tan extremas como lo haría la infanta Elena, que coquetea con VOX. Pero tampoco apostaríamos nada, seguro que perdemos. Dice la leyenda, eso sí, que el emérito y huido Juan Carlos tiraba más por el PSOE. Que su relación con Felipe González y Zapatero fue mucho mejor que con Aznar y Rajoy. Sin embargo, ay, la vida da tantas vueltas... ¿Quién le iba a decir que pasaría los últimos años de su vida escondido en los Emiratos y con un cordón sanitario promovido desde el Gobierno y la propia Casa Real, verdad? Precisamente por eso podemos anunciar que el próximo mes de mayo de 2023 Juan Carlos de Borbón podría romper una tradición y su preferencia socialista: se está pensando seriamente ejercer el voto por correo desde el extranjero para ir con la gaviota. Sí, porque le han hecho una oferta que no podrá rechazar, como El Padrino.
El plan de Feijóo con Juan Carlos: ya se han puesto de acuerdo en secreto
Leemos en 'Monarquía Confidencial' que el patriarca de los Borbones ha encontrado un salvavidas en medio de la tormenta y del naufragio. El que le ha lanzado Alberto Núñez-Feijóo, líder del Partido Popular. El gallego, llamado a ser la gran esperanza blanca de los peperos para derrocar a Pedro Sánchez, se está descubriendo como un bluff sideral. Está haciendo bueno a Pablo Casado. De hecho ya tiene el aliento de Ayuso sobre el cogote, esperando la mínima oportunidad para zampárselo. Quizás por eso Feijóo traza planes desesperados. ¿Y qué hay más desesperado en esta españita que plantear que vuelva el Borbón, manchado por la corrupción y los escándalos? Lo que haga falta para movilizar el voto cavernícola y reaccionario, claro que sí. Una promesa que se mantiene en secreto, en público no osarían decir nada para no quedar en ridículo, pero que ya le han comunicado personalmente al emérito. Un proyecto que pondrían en marcha, dicen, al día siguiente de ganar en las urnas. Está todo pensado.
Que el Borbón muera fuera de España, la gran preocupación de los conservadores y monárquicos
Parece ser que la muerte de Isabel II hizo movilizarse a la cúpula de Génova. Todo fue muy rápido, y no quieren que pase lo mismo con Juan Carlos y muera en la diáspora. Por eso quieren actuar antes del desenlace. Los detalles no están claros, porque le habrían proponer residir en Madrid (nunca en la Zarzuela, donde lo detestan) o en Portugal, volviendo a los orígenes. Feijóo es de los que piensa que el emérito puede volver cuando le salga del moño, que la Justicia ha dejado su nombre limpio como una patena. Y que el PSOE y sus secuaces son malísimos, exhibiendo una "tremenda falta de humanidad" con el personaje. No hablan de Felipe ni de Letizia, por si las moscas. Pero deben ser tan inhumanos como Moncloa, porque le han negado volver para celebrar la Navidad, a pesar del ruego del monarca. Veremos cómo acaba la cosa.
El programa electoral del PP promete. Primera medida: ir atrás en el tiempo. Como siempre.