Juan Carlos ya se mueve como pez en el agua por España. No visita Madrid si no es estrictamente necesario, normalmente se hospeda en Sanxenxo, en la casa de su amigo Pedro Campos. Está protegida ante las cámaras y es un lugar discreto, los reyes prefieren un sitio así que en un hotel de la capital madrileña. Además, Zarzuela está totalmente vetada para él. Ya en el cumpleaños de Leonor se tuvo que marchar de madrugada en su avión privado a Londres.
En los últimos meses se ha vivido un acercamiento entre Juan Carlos y Felipe. Lejos de esconderse por fin se dejaron querer ante las cámaras. Fue en la misa homenaje a Constantino de Grecia en la capilla de Windsort, en Londres, acto organizado por Carlos III en disculpas a su ausencia en el funeral celebrado en Grecia al que acudieron representantes de las monarquías europeas. El rey salió del brazo de su padre y estuvieron unos minutos hablando amistosamente.
Parecía que Letizia había distanciado a padre e hijo, pero desde que se ha producido una campaña de desprestigio contra ella y se mantiene en el papel de reina consorte, es Felipe quien toma todas las decisiones. Pero parece que cuando todo iba tan bien la relación se ha truncado, y en esta ocasión no precisamente por culpa de la madre de Leonor y Sofía.
Juan Carlos enfada a su hijo con su actitud
Felipe está muy enfadado con Juan Carlos por uno de los mayores feos a la familia. Hace un mes, después de la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, y la misa a Gómez-Acebo, ambos actos celebrado en Madrid, la reina Sofía ingresó en la clínica Ruber por una infección urinaria. Se mantuvo hospitalizada cuatro días. El emérito ya había viajado a Sanxenxo para las regatas sabiendo que la madre de sus hijos se encontraba indispuesta.
En ninguno de los cuatro días Juan Carlos anuló sus planes, prefirió disfrutar con sus amigos y continuar con sus planes previstos que quedarse con la reina Sofía. Para Felipe le ha parecido una falta de respeto. En la intimidad todos saben que la relación entre ellos está totalmente muerta e inexistente, pero bajo las cámaras siempre debían aparentar que todo seguía igual.
Desde entonces Felipe le pone más problemas a Juan Carlos a la hora de sus desplazamientos, ya no está tan contento con sus vistas. El rey siempre ha defendido a la reina Sofía sobre el emérito.
