Juan Urdangarin es el hijo de la infanta Cristina más sensible y solitario. Siempre alejado del foco mediático, en un segundo plano. Nunca ha concedido ni una sola palabra a los medios de comunicación, ha sido Pablo el portavoz de la familia. Se marchó a estudiar a Reino Unido y allí se quedó. A día de hoy es el único que no tiene pareja, o por lo menos no se le conoce a nadie. Los que le conocen bien le llaman “lobo solitario”. Es una persona muy religiosa y familiar. Busca la paz y la tranquilidad, y parece que en Londres la habría encontrado. Donde también trabaja.
Juan Urdangarin trabaja desde hace algo más de un año en la empresa Extreme E, una compañía fundada por Alejandro Agag, el yerno de José María Aznar y Ana Botella, cuya misión es incentivar el uso de los nuevos coches eléctricos. Tal y como menciona la propia web de la empresa, "Extreme E es una serie radical de carreras todoterreno en los rincones más remotos del planeta impactados por el cambio climático”.
Tal y como describen en su página web, esta entidad fundada por Alejandro Agag cuenta con unos principios muy claros, entre los que resalta la sostenibilidad en sus carreras y la igualdad de género en sus equipos: "10 equipos, compuestos por un piloto masculino y una femenina, compitiendo para resaltar problemas globales e inspirar a la próxima generación", señala Extreme E.
Juan Urdangarin acepta trabajar en la Cerdeña todos los veranos
Su trabajo le da mucha libertad y le implica moverse por todas las partes del mundo. El año pasado Juan se trasladó a la isla de Cerdeña por motivos labores, allí pasó grande parte del verano, y una vez más volverá. Trabajó en Capo Teulada, al sur de la isla italiana, durante el Prix de carreras de la serie eléctrica. Allí pasó los tres meses de la temporada estival. Es el único nieto de la reina Sofía que no la visitó en Marivent. No quiere acercarse mucho a los Borbón. No guarda un buen recuerdo de todo lo que sucedió con el caso Nóos, donde por los problemas de Iñaki Urdangarin sufrió bullying en la escuela y veía como en la calle sus padres recibían insultos. Tuvo que marcharse a Washington y Ginebra, donde se separó de todos sus amigos y le costó mucho tiempo hacer nuevos compañeros. De hecho, desde pequeño su madre le llevaba al psicólogo.
Juan Urdangarin pasa todo el año en Reino Unido, a excepción de los veranos, en los que se instala por trabajo en Cerdeña. Es una decisión suya para cambiar de aires y mantenerse alejado de todos. Por ahora no piensa poner un pie en España si no es estrictamente necesario por un motivo de peso.