Juan Urdangarin es de los ocho nietos de Juan Carlos el más perjudicado por el apellido Borbón. Da la sensación que es el único que, si pudiera, renunciaría. Un gesto que nunca hizo su madre, renunciar a los derechos dinásticos, a pesar de exigírselo el rey Felipe por el escándalo Noos. El primogénito es el primero de los Urdangarin que será rey si fallan los Marichalar. Sería un rey catalán, el rey Joan de Barcelona, donde nació y se formó, pero no tiene buen recuerdo de la ciudad: ha estado en tratamiento psicológico por culpa del bullying, el acoso escolar, que sufrió en Barcelona cuando estalló el escándalo de corrupción de sus padres imputados, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Lo ha explicado Pilar Eyre, el famoso incidente en la panadería de la Bonanova donde una cliente grita a Iñaki "Cuidado con los bolsos" en presencia de sus dos hijos mayores Juan y Pablo. Un drama infantil que confirma Silvia Taulés en su libro de reciente publicación Los sobrinos del rey.
Mientras Pablo Urdangarin, el segundo, ejerce de líder familiar, deportista, abierto, el único de los hermanos con novia, tras de si camina Juan, más alto y corpulento, el predestinado al balonmano pero faltado de autoestima. El libro le dedica 10 páginas que se sintetizan en este párrafo:"Juan siempre ha sido el hermano tímido y reservado, en las fiestas hablaba poco. el momento crucial fue cuando sus padres fueron acusados. En el colegio (anaven al Liceu francès de Pedralbes) la infanta pasó de ser el centro de atención a una apestada. En un partido de baloncesto a Juan le empezaron a insultar otros niños, lo llamaban "chorizo" y que acabaría como su padre. Se puso a llorar y dedicieron marcharse de Barcelona. Es sensible, infantilón y sentía mucha presión por ser el mayor". Este año cumplirá 25 años. No ha tenido nunca pareja, ni hombre ni mujer, nadie conocido, es un adulto que fuma, no se afeita la barba, conduce su propio vehículo, comparte piso con amigos en Londres, trabajando para el yerno de Aznar y el dato más nuevo: ha estado meses sin dirigirle la palabra a su padre.
Explica la cronista catalana en el libro que la culpa de todo la tiene la prisión. Que Cristina no lo ha superado y lo resuelve viviendo "en permanente enfado con quien ha sido el amor de su vida", que Iñaki va con Ainhoa Armentia huyendo de él mismo "para olvidarse de sí mismo dejó a su mujer por otra" y que Juan "sufrió la mayor decepción cuando supo que su padre era infiel a su madre, y estuvo meses sin verlo". Esta información es muy significativa: el hijo mayor no fue a Bidart el verano posterior a las fotos de la infidelidad, aunque fuera su madre, no fue a Formentera con sus hermanos para estar unos días con Iñaki. Fue a una boda familiar de los Urdangarin a los EE.UU. porque no iba su padre en libertad condicional (los EE.UU. le vetaban el paso). Murió el monitor de esquí de toda la familia y Juan no fue al funeral a Huesca. Iñaki estaba allí. Durante meses padre e hijo mayor ni se vieron. Juan Urdangarin volvió a sufrir una crisis como la del caso Noos, ahora por el caso Ainhoa. Iñaki y Juan se reconciliaron a finales de 2022 en Barcelona. La ciudad donde empezó todo: las infidelidades de Iñaki a Cristina, el bullying, los gritos en las panaderías y la vida de multimillonarios que Iñaki no les podía dar. Ahora es Cristina la que heredará 900 millones de euros del abuelo Juan Carlos. Y todos contentos.