Letizia pensaba que había logrado poner distancia entre ella y la familia Borbón, sin embargo, la realidad ha demostrado ser más compleja de lo que esperaba. A pesar de sus intentos de mantenerse alejada, la familia ha vuelto a ocupar un lugar central en la vida pública y en su vida personal, especialmente desde que se ha desatado una campaña de desprestigio en su contra. Aunque en el pasado Letizia logró imponerse en ciertas disputas con la familia de Felipe VI, la situación actual indica que la lucha está lejos de haber terminado. En los últimos meses, la familia Borbón ha recuperado fuerza y ha vuelto a ser un tema sensible dentro de la familia real, lo que ha generado tensiones importantes entre la Reina y su esposo. Las discusiones entre ambos sobre el rol de la familia paterna de Leonor y Sofía se han vuelto cada vez más frecuentes, ya que Letizia se muestra firme en su decisión de impedir que sus hijas mantengan cualquier tipo de relación con sus tías o primos.
En este contexto, la situación se complicó aún más con la llegada inesperada de Irene y Miguel Urdangarin, quienes decidieron mudarse al Palacio de la Zarzuela sin haber consultado previamente con Felipe y Letizia. En lugar de pedir permiso a los Reyes, se dirigieron directamente a la Reina Sofía, quien, en su rol de abuela, aceptó sin cuestionarlo. Aunque la presencia de sus nietos trajo alegría a Sofía, esta decisión ha generado incomodidad en el palacio. Los Urdangarin han permanecido en la Zarzuela durante varios meses, pero con la llegada de septiembre, su estancia deberá llegar a su fin. Desde el inicio, Felipe VI dejó en claro que el Palacio de la Zarzuela no es un hotel y que su estadía sería temporal.
Sin embargo, recientemente surgió otra noticia que podría complicar aún más la situación: Juan Urdangarin, otro de los hijos de Cristina e Iñaki, ha decidido regresar a España después de pasar más de una década en el extranjero. Tras haber residido en Washington, Ginebra y Londres, Juan regresa a su país natal con la intención de comenzar una nueva etapa en su vida. Durante su infancia, Juan fue el hijo que más sufrió debido a su conocimiento de los problemas familiares, especialmente durante el escándalo del caso Nóos. Como el mayor de los hermanos, se vio obligado a asumir responsabilidades que no le correspondían, incluyendo enfrentarse a las preguntas de sus hermanos cuando su padre ingresó en prisión.
El verdadero motivo por el que Juan Urdangarin abandona Londres
Ahora, tras haber dejado su trabajo en la empresa Extreme E, fundada por un sobrino de José María Aznar, Juan se enfrenta a la posibilidad de vivir temporalmente en la Zarzuela, al menos durante el tiempo que permanezca la Reina Sofía. Sin embargo, los Reyes han sido muy claros en que esta situación no puede prolongarse indefinidamente. Aunque se le permitirá quedarse en el palacio por un tiempo, Juan deberá buscar un lugar propio en Madrid o en alguna otra ciudad si su intención es establecerse en España de manera permanente. Los Reyes han dejado claro que la Zarzuela no es un lugar de residencia permanente para él y que deberá encontrar una solución a corto plazo.
Se sabe que Juan Urdangarin ha sido siempre una persona muy reservada respecto a su vida privada, motivo por el cual se refugió en Reino Unido. Es de quien menos se conoce de toda la familia, ya que nunca ha tenido una relación sentimental pública, ni con una mujer ni con un hombre. Sin embargo, se ha revelado la razón detrás de este cambio de rumbo en su vida. El hijo de la infanta Cristina mantenía una relación sentimental con una persona, y su reciente regreso a España se debe a la ruptura de esta relación, la cual se mantuvo en el más absoluto anonimato durante años. Al parecer, Juan ha decidido regresar a su país natal para evitar volver a encontrarse con esta persona.
Y es que la relación no ha acabado de la mejor forma posible. Tal y como anuncian varios medios de comunicación, Juan Urdangarin encontró a su pareja con su mejor amigo con el que compartía piso. Se sintió totalmente decepcionado con ambos y se marchó de la casa. Ahora mismo está solo, cerrando unos compromisos y arreglando unos papeles para volver definitivamente a España. Su futuro ya no está en Londres, justo ahora que Irene se instala allí.